Nació en Viena el 26 de octubre de 1758, murió en Kiel, de congestión pulmonar, el 10 de abril de 1823. Primogénito de los siete hijos de un oficial subalterno inspector del Arsenal, se manifestó en él la influencia de los sentimientos religiosos de su madre y, terminados brillantemente los estudios medios entre los siete y los catorce años, entró como novicio en la Compañía de Jesús en 1772, precisamente en vísperas de la supresión de la Orden, cosa que trastornó al joven, como atestigua una carta dirigida a su padre y reproducida por su hijo Ernst en la emocionada biografía de Reinhold Ingresado después, en 1774, en un colegio de Barnabitas, pronto se hizo profesor de Filosofía en aquella Orden, y en la atmósfera ilustrada de la Viena de José II comenzó a tomar parte activa en la vida cultural, entrando en la asociación, de tipo masónico, «Por la verdadera concordia», y publicando, sobre todo en la Wiener Realzeitung, ensayos y notas de temas teológicos y eclesiásticos. Su falta de satisfacción en el estado religioso culminó en su fuga a Leipzig en 1783, donde asistió a las lecciones de Platner, y después en la marcha a Weimar, bajo la protección de Wieland, quien le invitó a colaborar en el Deutscher Merkur, y con cuya hija mayor, Sofía, se casó en 1785.
El éxito de las célebres Cartas sobre la filosofía kantiana (v.), iniciadas en 1786, le valió la cátedra de Filosofía de Jena en el 87, como principal intérprete de la Filosofía crítica, de la que intentó en aquellos años una reelaboración sistemática que llamó «filosofía elemental». Habiéndose trasladado a Kiel en 1794, no sin que estudiantes y admiradores de Jena le tributaran calurosísimas manifestaciones de afecto, después de haber intentado en vano retenerlo en su Universidad, se adhirió en el 97 a la doctrina de Fichte (v.) su sucesor en Jena, e intervino en defensa suya en 1799 en la polémica sobre el ateísmo. Pero ya se iba alejando Reinhold, por influencia de Jacobi, con quien estaba en contacto epistolar desde el 89, del idealismo nichteano, y rechazó por ello en 1800 la invitación de Fichte para que dirigiera una revista o instituto crítico: la ruptura definitiva tuvo lugar en 1801, con la polémica sobre Beiträge, revista editada durante tres años por Reinhold en colaboración con Bardili, en cuya filosofía creía Reinhold hallar una superación a los problemas planteados por la filosofía crítica.
Junto a los honores que la Universidad de Kiel y el Gobierno danés le tributaron, desilusiones y violentos ataques amargaron los últimos años de este pensador, tan abierto a las relaciones humanas y tan deseoso de vínculos de verdadera amistad y comprensión, que continuó sus lecciones hasta el día de su muerte, manteniendo un agudo interés por el desarrollo de la cultura alemana y de la del resto de Europa. Otras obras de Reinhold: Ensayo de una nueva teoría sobre la representación (1789, v.), Contribución a la corrección de errores introducidos hasta ahora entre los filósofos [Beiträge zur Berichtigung bisheriger Missverständnise der Philophen, 1790-94], El fundamento del saber filosófico [Uber das Fundament des philosophischen Wissens, 1791].
V. Verra