Nació en Trebisonda hacia 1010. Llegado a Constantinopla, adquirió en esta ciudad una gran cultura y trabó amistad con Miguel Pselos. Inicialmente actuó como abogado y luego desempeñó elevados cargos en la carrera judicial. En 1054, disgustado por algunas calumnias, abandonó la capital y retiróse a un monasterio situado en el monte Olimpo, en Bitinia, donde a lo largo de diez años se dedicó a la composición de textos de Filosofía y Erudición.
En 1065, fallecido el patriarca Constantino III, fue nombrado sucesor suyo por el emperador Constantino Ducas, luego de una designación unánime del pueblo y el clero. Durante el ejercicio del patriarcado, y a pesar de la gran actividad aneja a tal función, pudo componer una colección de homilías para todos los domingos del año, así como numerosos textos que tratan sobre Derecho, Filosofía y Teología. Todavía en nuestros días se le recuerda por su Epítome de la «Historia romana» de Dion Casio (v. Historia romana).
B. Lavagnini