Nació en Valencia hacia 1520 y murió en 1583. No es mucho lo que sabemos de la existencia de Juan de Timoneda Por algunos documentos del archivo municipal de Valencia sabemos que fue zurrador, oficio que abandona en 1547, para abrir una librería en «Carrer deis Mayans». El éxito de la librería le animaría a hacerse editor publicando sobre todo ediciones de lectura amena y a precio módico, además de las que a sus expensas realizó de autores de la época, entre ellos las de Rueda, su gran amigo, y las de Alonso de Vega. A estas actividades añadió las de autor, firmando con su nombre o con los de Diamonte y Montidea, actor, curioso de la literatura, refundidor, traductor y adaptador.
En suma, un característico personaje del Siglo de Oro español al que la literatura castellana debe la transmisión de interesantes obras: «Fue desto exemplo Juan de Timoneda / que con solo imprimir se hizo eterno / las comedias del gran Lope de Rueda.» (Cervantes). Fue por lo demás hombre de acaudalada fortuna como atestiguan las cuantiosas donaciones hechas con motivo de los matrimonios de sus hijos y de la herencia que legó, entre cuyos bienes figura la famosa librería, que el 26 de octubre de 1583, su viuda, Isabel de Ferrándiz, vendía a su hijo Juan Bautista. Discutida durante mucho tiempo la fecha de su muerte hoy se admite unánimente la señalada de 1583. Resumimos por facetas la fecunda y variadísima labor literaria del polifacético e inquieto’ valenciano.
Téngase en cuenta a efectos de diferenciar en ediciones conjuntas, v. gr. las poéticas, la obra propia de la ajena, la dificultad que supone la costumbre de Timoneda de no especificarlo en sus publicaciones. Igualmente difícil resulta discernir las meras traducciones y ediciones de las adaptaciones y propias creaciones. Su obra poética es esencialmente la de un refundidor y recolector principalmente de romances y poemas populares. En un tomo desconocido hasta 1845 y cuyo resumen tituló Wolf Rosa de romances, se comprende las siguientes partes: Rosa de amores, poemas de carácter sentimental; Rosa española, histórico-líricos; Rosa gentil, romanos y troyanos; Rosa real, principescos; cancionero llamado Enredo de amor, el cancionero Guisadillo de amor y El truhanesco.
Su fuente principal es el Cancionero de romances; muchos de los poemas aparecen adaptados o modificados, y otros pertenecen al editor. La edición es de 1573. Anteriormente (1561) había publicado Sarao de amor, romancero y cancionero, del que es cantor y compilador, y que puede considerarse como el antecedente de su Rosa de amores. También publicó Cabañero cancionero (1561) y se tienen noticias de un Cancionero llamado billete de amor, publicado por Timoneda pero del que nada más sabemos. Su obra en prosa interesa por las narraciones cortas de las que conocemos las tres siguientes colecciones: Sobremesa y alivio de caminantes (1563, v.) muy corregida en ediciones posteriores, «en el cual se contienen afables y graciosos dichos, cuentos heroicos y de mucha sentencia y doctrina»; la mejor de las ediciones es de 1569 y comprende dos partes de noventa y tres y setenta y dos cuentos, tomados de la tradición oral y vertidos en una prosa llana y sencilla que parece hablada.
El Buen aviso y portacuentos (1564, v.), «donde van encerrados y puestos extraños y muy facetos dichos»; y el Patrañuelo (1567, v.), colección de veintidós cuentos, la más articulada e interesante y en la que apenas si alguna de las narraciones es original; las fuentes en que se inspira son las clásicas e italianas, en especial, la Gesta romanorum, Boccaccio, Ariosto, Bandello, etc.; es probable que a estas narraciones se refiriera Cervantes cuando comparando sus novelas con las que comúnmente circulaban por España dice de éstas que «todas son traducidas de lenguas extranjeras», pero la influencia de ellas en el mismo Cervantes es evidente. Su producción teatral es igualmente compleja y confusa, con la dificultad que supone para la atribución de las mismas la simple frase frecuente en las titulaciones de «nuevamente sacadas a luz».
El conjunto de esta producción podemos situarlo dentro de las infructuosas tentativas de la época de imitación de la comedia italiana de tipo clásico. Los primeros intentos lo constituyen tres obras, La comedia de Amphitrion (v. Teatro), La comedia de los Menechmos (v. Teatro) y La comedia llamada Cornelia (v. Teatro). De las dos primeras, tomadas de Plauto, el propio Timoneda declara ser traductor y adaptador, pero parece clara una mayor intervención dadas las modificaciones introducidas y el afán, también manifestado por Timoneda, de hacerlas más asequibles al lector. Cornelia se inspira en Ariosto. En 1564-65 publica Turiana (v.) colección que comprende un «entremés» (por primera vez aparece utilizado el nombre); Un ciego, un mozo y un pobre; cuatro pasos: Dos ciegos y un mozo, Tres clérigos, cura y beneficiado y dos mozos simples, Un soldado y un mozo y un ermitaño, La razón, la fama y el tiempo; cuatro farsas: Poliana, Trapacera, Rosalina, Floriana; una tragicomedia, Filomena (v. Teatro), y una comedia, Aurelia.
La interesante colección, cuyas afinidades con Lope de Rueda son evidentes, importa sobre todo por la tragicomedia Filomena, en la que es fácil advertir algunas características del teatro posterior. Difícil averiguar si es o no obra de Timoneda que en todo caso nos ha transmitido la interesante pieza. En 1566 publicó Timoneda las Comedias de Alonso de la Vega y en 1567 las Obras en tres ediciones de Lope de Rueda. En 1575 publica el Temario sacramental (v. Teatro) con el Auto de la oveja perdida, el del Castillo de Emaús, y el de La Iglesia, y en el mismo año el Segundo temario sacramental (v. Teatro) con el auto de La fuente sacramental, el de Los desposorios y el de La fe. El interés de estas obras, pequeñas y bien tramadas, de un fino sentimiento emocional y delicado, radica en ser un antecedente de la obra de Calderón.
Después de su muerte (1597) fue publicado el Quaderno espiritual al Santísimo Sacramento y a la Assunpdon. Auto sacramental de la oveja perdida y otras cosas. Otras obras de Timoneda son Obra llamada María (Valencia, 1568) y Cartilla de la muerte, arte para ayudar a buen morir, obras místicas y quizás originales; Memorias de España y Valencia (1569); Memoria poética de los más señalados poetas que hasta oy ha ávido (1569) ; Tercera parte del reclamo espiritual, conjunto a modo de cancionero de carácter religioso y probablemente obra propia (1573).
Corresponde a Timoneda un puesto en los orígenes de la novela española por sus narraciones cortas, una trascendente labor en el momento primero de la formación del teatro nacional con la difusión de las obras de Rueda, el mérito de habernos transmitido un importante caudal literario, especialmente en el campo del teatro y el haber sido la figura más importante del mundo, complemento del literario, editorialístico y difusor. La aparente variedad y desorden de su labor importa menos cuando se advierte que invariablemente la mayor parte de su producción está señalada con el carácter de lo popular.