Nació en Eiglau (Silesia) en 1857 y murió en Roma en 1944. Era hijo de una familia polaca. Escogió la carrera eclesiástica, y, llegado en 1883 a la capital de Italia, donde fue inicialmente capellán de] hospicio del cementerio teutónico y luego miembro del colegio de protonotarios apostólicos y de la Comisión Pontificia de Arqueología Cristiana, dedicó su vida a la exploración y al estudio de los monumentos del cristianismo, en particular de las catacumbas, las basílicas y los templos medievales; con esta actividad continuó la obra de G. B. De Rossi (v.), quien le prodigó consejos y alientos. Wilpert empezó su labor con una serie de trabajos sobre las catacumbas, como La pintura de las catacumbas y sus copias antiguas [Die Katakombengemälde und ihre alten Copien, 1890], Un ciclo de pinturas cristológicas de las catacumbas de los SS. Pedro y Marcelino [Ein Cyklus christologischer Gemälde aus den Katakomben der Hl. Petrus und Marcellinus, 1892], y otros, que culminan en la obra principal del autor, Las pinturas de las catacumbas romanas (1903, v.), aún hoy el repertorio más abundante de reproducciones de frescos cementeriales, acompañadas por un docto conjunto de notas arqueológicas.
Como ésta, es también fruto de largos años de estudios e investigaciones la titulada Mosaicos y pinturas romanas de edificios eclesiásticos, del siglo IV al XIII (v.), publicada en 1916 con la ayuda económica del emperador Guillermo II. Durante los últimos tiempos de su existencia Wilpert dedicóse al estudio de la escultura paleocristiana; a este campo pertenece la obra Sarcófagos cristianos antiguos (1929-36, v.), vasta colección fotográfica de sepulcros descubiertos en todos los países y descritos, clasificados e interpretados uno por uno. Como conclusión de sus propias investigaciones, Wilpert defendió autorizadamente la independencia del arte paleocristiano respecto de influencias orientales o extranjeras. El conjunto de los resultados de sus trabajos apareció luego resumido en un manual de pequeñas dimensiones, La fe de la Iglesia naciente según los monumentos del arte funerario antiguo, publicado en Roma (Ciudad del Vaticano) en 1938.
G. Bovini