Johannes Tauler

Nació entre 1300 y 1304 en Estrasburgo, donde murió el 16 de junio de 1361. A los dieciocho años ingresó en el con­vento de los dominicos de su ciudad natal. Allí inició los estudios, que probablemente perfeccionó en Colonia, en el «studium generale» de su Orden, donde posiblemente oyó al maestro Eckhart y conoció a H. Suso. Cabe considerarle seguidor del primero, aun cuando Tauler es menos especulativo y riguroso, y muestra cierta desconfianza respecto de la filosofía; en cuanto al segundo, debió de conocer su Horologium sapientiae. Pronunció eficaces sermones, dirigidos singular­mente a las religiosas dominicas, que en­tonces poseían unos setenta monasterios en la región renana y en los territorios alema­nes; en ellos hizo resaltar la importancia de las virtudes pasivas y del santo abandono, y es considerado precursor de San Juan de la Cruz, en particular a causa de la teoría de las purificaciones.

Llegado a Basilea para una estancia de varios años (1339-46), rela­cionóse con muchas almas generosas de los «Amigos de Dios», como Juan de Dambac, Enrique de Nordlingen, Rulman Merswin, E. Scheppac y B. Margarita Ebner. No es posible demostrar su contacto con Ruysbroeck, y cabe negar cualquier supuesta influencia entre ambos. Las obras seguras de Tauler se reducen a unos ochenta y cinco Sermones (v.) en alemán medieval, algunas cartas y tres instrucciones; los otros textos que le fueron atribuidos son, en su tota­lidad, apócrifos. Durante la polémica con Lutero, G. Eck emitió con ligereza respecto de Tauler sospechas de herejía, de las que quedó éste completamente libre gracias a San Pedro Canisio, L. de Blois y L. Surio. Bossuet, quien le consideró «uno de los místi­cos más sólidos y correctos», reprochóle no pocas exageraciones de estilo. Ejerció una considerable influencia en la escuela carme­litana, en la francesa del siglo XVII, y en grandes santos como Pablo de la Cruz. Murió en S. Nicola in Undis, donde vivía una hermana suya, religiosa dominica.

B. Lenzetti