Nació en Castres (Tarn) el 3 de septiembre de 1859, y murió en París el 31 de julio de 1914, asesinado por cierto Raoul Villain, quien, siguiendo órdenes de los «chauvinistas», le disparó en un café parisiense un pistoletazo en la espalda. Todavía muy joven, enseñó Filosofía en la Universidad de Toulouse. De ideas radicales, fue elegido diputado por el departamento del Tarn, y se reveló orador impetuoso y batallador en la tribuna parlamentaria. Al fracasar en la reelección dedicóse de nuevo al estudio de la Filosofía, las Letras y la Historia; con una tesis filosófico-estética, La réalité du monde sensible, obtuvo otro grado académico, y en el ensayo en latín titulado De primis socialismi germanici lineamentis apud Lutherum, Kant, Fichte et Hegel, profundizó sus estudios ético-políticos. El conocimiento de los pensadores de la «izquierda» hegeliana llevóle hacia el materialismo histórico de Marx y Engels; sin embargo, su marxismo viose moderado por un criterio reformista.
Vuelto a la lucha política en contacto con los mineros de Carmaux, que se hallaban en huelga debido a reivindicaciones sindicales, regresó al Palais Bourbon, donde aumentó su prestigio de vigoroso orador; no reelegido, empero, orientó su actividad política hacia él periodismo y la propaganda social como redactor jefe de La Petite République Socialiste y organizador de fuerzas obreras, y, asimismo, en calidad de teórico del socialismo reformista, opuesto al marxismo revolucionario de M. B. Guesde y a la «línea» política de la Segunda Internacional. En ocasión del «affaire Dreyfus» pronuncióse con Émile Zola en favor de la revisión del proceso, defendió el «separatismo» de Combes y atacó el colonialismo francés, la conquista de Marruecos y, en general, el militarismo. En 1902 sus electores, y sobre todo los mineros de Carmaux, le llevaron de nuevo a la Cámara; tres años después, y gracias a su mayor influencia en el Parlamento y entre los partidos obreros, entonces divididos en cuatro grupos, uno de ellos el suyo, resultó posible la reunificación de las fuerzas socialistas, y J. se convirtió en jefe del partido, cuyo órgano, L’Humanité, fundara en 1904.
Fiel a su credo de socialista reformista, hubo de combatir, en la izquierda de la organización, el revisionismo sindicalista y revolucionario de Georges Sorel y el antimilitarismo de Gustave Hervé, cuya violencia, no sólo verbal, moderó (divisa de este último fue «la bandera en el estercolero»). Desde 1904 hasta la víspera de la primera Guerra Mundial, la acción política, parlamentaria y periodística de J. prosiguió sin descanso. Nombrado vicepresidente de la Cámara, tuvo que enfrentarse a las corrientes de Barrés y los nacionalistas, que, con la «Action Française», habían ido fortaleciéndose en el país, y a las mismas formaciones políticas del radicalismo tendentes a la derecha y, con el gabinete Barthou, en 1913, progresivamente inclinadas a la guerra. Su pacifismo antimilitarista, al cual permaneció constantemente fiel, impulsóle a promover todos los intentos destinados a evitar un conflicto bélico, del que advertía el inminente peligro; empeñado precisamente en esta generosa actividad cayó víctima de la «revanche» chauvinista.
Compuso, entre otros textos, una serie de ensayos, Études socialistes (1901) —publicados en gran parte en La Petite Republique Socialiste y luego reunidos en un tomo por Charles Péguy — y L’armée nouvelle (1911), en la que propugnaba la transformación del ejército en una fuerza popular, según los principios revolucionarios; su fama, empero, se halla vinculada sobre todo a la Historia socialista, 1789 – 1900 (v.), obra en doce volúmenes (1901-1908), por él ideada y dirigida, y con colaboración directa suya en los cuatro primeros tomos (v. Historia socialista de la Revolución francesa) y en el undécimo, La guerre franco-prussienne. Acerca de su pensamiento como socialista reformista y político, el «jauresismo», existe en Francia una vasta literatura; numerosas biografías sobre sus aspectos de hombre, orador y periodista completan esta figura de tribuno popular de la Tercera República.
G. Titta Rosa