Nació el 6 de abril de 1670 en París y murió el 17 de marzo de 1741 en Bruselas. Hijo de un zapatero, parece haberse avergonzado de su origen ante la sociedad mundana en la que le introdujo la actividad literaria; se dice que fingió no conocer a su padre tras la representación, bastante afortunada, de su comedia Le fiatteur (1696). Menos feliz en la primera, Le Café (1694), y en la tercera, Le capricieux (1700), fue admirado, en cambio, en las Odas (y. Odas y otras poesías) a causa de la perfección de su estilo, fiel a las tradiciones formales del siglo de oro, entonces ya en el ocaso. En 1701 ingresó en la Académie des Inscriptions, y en 1710 presentó su candidatura a la Academia Francesa. Viose alentado por Boileau, y atacado por La Motte y Fontenelle. Su carácter altivo, y las sátiras mordaces y los animados y agudos epigramas referentes a la polémica contra los «modernos», le hicieron antipático a muchos literatos y le forzaron a alejarse del Café Laurent, su punto de reunión.
Acusado de la composición de ciertos epigramas injuriosos y licenciosos, atribuyólos a otros, sin pruebas de ello; y así, viose procesado por calumnia y proscrito en rebeldía, por cuanto el poeta, por su propia cuenta, había emigrado a Suiza, donde fue bien acogido por el embajador francés, el conde de Sáint-Luc, y publicó en Soleure una edición completa de sus obras (1712). Siguió luego al mencionado diplomático a Viena, y allí obtuvo la protección del príncipe Eugenio. Aun cuando expuesto a todas las penalidades propias del destierro, no aceptó la invitación del regreso a Francia, que le fue ofrecida en 1716, y pretendió una completa rehabilitación. Pasó los últimos veinte años de su vida en Bruselas; dos antes de su muerte, realizó de incógnito un viaje a París para ver de nuevo la patria.
P. Onnis