Jasé Antonio Saco

Polígrafo cubano nació en Bayamo el 7 de mayo de 1797 y murió en Barcelona el 26 de septiembre de 1879. Desde joven destacó por sus estudios filo­sóficos, consiguiendo a los veintiún años la cátedra de Filosofía de La Habana. En 1824 abandona Cuba voluntariamente establecién­dose en Nueva York, donde fundó El Men­sajero semanal. De nuevo en Cuba hubo de emigrar nuevamente, trasladándose a Es­paña; suprimido en Cuba el derecho de representación parlamentaria, Saco diputado por su provincia, redactó la Protesta, de los diputados electos por la isla de Cuba (Ma­drid, 1837). Viajó por Europa, establecién­dose algún tiempo en París. Nuevamente elegido diputado al restablecerse el derecho de representación, murió antes de ingresar en las Cortes.

Saco es un continuador de pri­mer orden de los estudios sociales inaugu­rados en Cuba por Arango y Parreño, estudiando incansablemente la sociedad cubana en sus más diversos aspectos – desde el cólera, la vagancia y los cultivos tropicales, hasta los problemas políticos y sociales. Menos influyente que Arango en la vida pública, sus ideas son sin embargo más trascenden­tales y su repercusión en posteriores gene­raciones más eficaz. Fecundo escritor, co­laboró en numerosas publicaciones y en especial en la Revista bimestre cubana. En Madrid publicó Mi primera pregunta y el Paralelo entre la isla cubana y algunas colonia# inglesas. En París sus Ideas sobre la incorporación de Cuba a los Estados Uni­dos, contrarias a la misma y que originan unas largas polémicas que el propio Saco clau­suró con la Réplica a los anexionistas. Carácter enciclopédico tiene su Colección de papeles. Pero Saco es conocido más que nada por sus estudios sobre la esclavitud, comba­tiendo enérgicamente la trata de negros.

A estas ideas responderá su Supresión del tráfico de esclavos en la isla de Cuba (1845) y sobre todo su monumental Historia de la esclavitud desde los tiempos más remotos hasta nuestros días (v.) cuya envergadura de intenciones advierte el mismo título, si bien, por las circunstancias de su vida no pudo realizar por completo su plan. La obra apareció en París en cuatro idiomas (dos primeros tomos, 1875 y otros dos en Barce­lona (1877 y 1879). El resto de la enorme obra inconclusa se publicó en La Habana después de su muerte, en 1883 y 1889. Obra principal y más conocida de Saco la Historia es el exponente más fiel de un pensador objetivo, invariable, en el que cualquier concesión estilística no lo es sin duda en prejuicio de la verdad y la exposición direc­ta.

No hay apenas escrito de Saco en donde el tema cubano no esté presente; pero no es sólo esta preocupación lo que importa sino la gran conciencia que en su obra, junto con la de Varela, Luz y Caballero, Domingo del Monte, etc., alcanza la mentalidad cubana. Situado frente a los anexionistas, al publi­car en 1929 el historiador cubano Fernando Ortiz la antología de Saco lo tituló expresiva­mente Contra la anexión.