Jacques Delille

Nació el 22 de junio de 1738 en Aigueperse (Auvernia) y murió el 1.° de mayo de 1813 en París. Hijo natural de un conocido abogado parisiense, fue edu­cado en el Colegio Libieux. Enseñó en el Collège La Marche, de la misma capital, y empezó a difundir su nombre con una Epître sur la ressource que offre la culture des arts et des lettres (1761).

Alcanzó la ce­lebridad con una traducción de las Geórgicas de Virgilio, de 1770, que mereció el aplau­so de Voltaire, siendo elogiada públicamente por éste en la Academia Francesa. El 25 de marzo de 1774 Delille ingresó en dicha institu­ción. Profesor de poesía latina en el Collège de France y admitido entre la mejor socie­dad, formó también parte del círculo de María Antonieta, admiradora suya.

Fue be­neficiario de la abadía de Saint-Séverin; de ahí su título de abate. Sin embargo, nunca recibió órdenes y además contrajo matrimo­nio. Se le consideró el mejor poeta francés después de Voltaire y supo lograr un justo éxito cincelando bellísimas composiciones de carácter idílico-descriptivo de acuerdo con las tendencias clasicistas de la época; representa un típico ejemplo Los jardines o El arte de embellecer los paisajes (1782, v.).

En 1786 realizó un viaje por Grecia y Turquía con el conde de Choiseul-Gouffier. Vuelto a París, nota hacia él las antipatías de los hombres de la Revolución, por más que intentara atraérselos componiendo, a petición suya y para la fiesta del Ser Supre­mo, un Dithyrambe sur l’immortalité de l’âme (1794).

Liberado de la cárcel una primera vez por la intervención de Chaumette, el 9 Termidor hubo de huir a Suiza, de donde pasó luego a alemania y, más tar­de, a Inglaterra. En 1802, casi ciego, regresó a París y recuperó los antiguos honores. A partir de entonces compuso El hombre de los campos (1802 y 1805, v.), Imagination (1806-15), Les trois règnes de la nature (1808) y Conversation (1812), siempre con la misma refinada maestría y también con idéntica falta de agilidad en la inspiración.