Jacques Cazotte

Nació en Dijon el 17 de octubre de 1719 y Murió en París el 25 de sep­tiembre de 1792. Ingresó muy joven en la administración de la Marina y vivió ca­torce años, en calidad de inspector, en las islas de Barlovento y en la Martinica, don­de, tras haber ensayado su extravagante imaginación en las fantasías orientales de moda (Les mille et une fadaises, 1742), compuso un poema épico-burlesco en prosa, Olivier (1763).

Vuelto a Francia, no consi­guió obtener la pensión prometida y además tuvo dificultades a causa de los bienes ven­didos a los jesuitas en las islas. Mientras tanto, las dos narraciones Le lord im­promptu (1770) y El diablo enamorado (1772, v.), junto con otras obritas reunidas en la edición de 1816 de las Œuvres badi­nes, divulgaban la fama de su originalidad y rica inventiva.

Ingresado en la secta de los martinistas, a partir de 1775 dedicóse con mayor interés a las ciencias ocultas y a todas las prácticas propias de los ilumi­nados. Una leyenda le atribuye la predic­ción, ya en 1788, de las matanzas de los revolucionarios; en realidad, se limitaba a manifestar sus inquietudes personales sobre el destino del rey y las sugerencias para evitar su realización en algunas cartas di­rigidas a su amigo Pouteau, y ello, precisa­mente, llevóle a la cárcel y al patíbulo.

S. Morando