Poetisa japonesa, hija de Ōe-no-Masamune, gobernador de la provincia de Echizen. Posiblemente en 995 se casó con Tachibana-no-Michisada, que gobernaba la demarcación provincial de Izumi; de ahí el origen del apelativo con el cual se la conoce. En fecha desconocida se divorció de su esposo — de quien había tenido (en 997?) una hija, Ko Shikibu, también poetisa — y convirtióse en amante del príncipe imperial Tametaka (977-1002), muerto el cual su hermano menor Atsumichi (971-1007) ocupó el puesto de aquél en el corazón de I. S. Esta nueva relación duró largo tiempo; sin embargo, al final la poetisa unióse a Fujiwara – no – Yasumasa, gobernador de la provincia de Tango, a donde le acompañó, según parece, en 1005.
Vuelta a Kyoto, ingresó en la corte (1008?) como dama de compañía de la emperatriz Akiko, y pasó de esta suerte al ambiente en el cual se hallaban también Murasaki- no-Shikibu y Sei Shonagon. La autora que nos ocupa es uno de los talentos literarios más excepcionales del Japón. En el firmamento de la literatura contemporánea brilló fúlgida como una estrella de primera magnitud. No poseyó la castidad suave y prudente de Murasaki, ni la modestia de Aka- zome Emon, ni tampoco el vivo talento de Sei Shonagon, antes al contrario, fue una mujer ardiente y apasionada, que vivió intensamente la existencia y se reveló incapaz de ahogar los arrebatos de su temperamento sentimental y sensual y de aplacar el ansia afanosa de su espíritu, arrastrado por el soplo vigoroso de la pasión. Su poesía, no igualada en lozanía, ímpetu y libertad y originalidad de expresión, constituye el reflejo de su alma; por ello nuestra autora ha sido considerada como la poetisa más ilustre de su país.
De ella poseemos, además de las muchas composiciones esparcidas en las antologías oficiales, una colección de poesías en siete volúmenes y una sola obra en prosa, Izumi Shikibu Nik- ki (v.), célebre diario en el cual, con suma delicadeza, narra la historia de su prolongada relación con el príncipe Atsumichi.
Y. Kawamura