Físico y matemático griego que vivió en Alejandría en una época no exactamente determinada de los siglos I y II d. de C. Fue — dicho en términos modernos — director del Politécnico de la mencionada ciudad. Como matemático, aportó modestas contribuciones a la ciencia pura; sin embargo, como cultivador de las ciencias aplicadas fue, en la época tolemaica, el científico más ilustre después de Claudio Tolomeo. Ha sido difícil determinar cuáles de los numerosos textos llegados hasta nosotros bajo su nombre pertenecen, en realidad, al H. alejandrino de quien nos habla Pappo; los que hoy se consideran suyos están reunidos en una edición crítica de cinco tomos, en griego o en la versión árabe, y con la traducción alemana (Leipzig, 1899-1914).
La parte fundamental de la obra de nuestro autor es un tratado enciclopédico de física aplicada y de geometría práctica. La Mecánica (v.), en tres libros, estudia las máquinas simples y la composición de los movimientos. La Pneumática (v.) trata de las propiedades elementales de los gases y del sifón, y describe asimismo gran número de juegos de prestidigitación y de aparatos prácticos, entre los cuales figuran la conocida «fuente de H.», el primer ejemplar de aparato de reacción, o sea la «eolipila de H», y otros mecanismos, como el odómetro, el distribuidor automático, un dispositivo que permitía abrir automáticamente la puerta de un templo en el momento en que era encendido el fuego sobre el ara, el molinillo de vapor, etc. El libro Sobre los autómatas (v.) describe la maquinaria de los teatros y es un interesante documento acerca de la escenografía y la tramoya griegas.
La Dióptrica habla de un aparato empleado entonces por los topógrafos y astrónomos, y análogo al moderno teodolito. La Métrica (v.) es una obra en tres libros donde aparecen tratadas cuestiones de geodesia y de geometría práctica; así, por ejemplo, la determinación de áreas y volúmenes, con procedimientos rigurosos y cálculos aproximados, y la división de las figuras planas y sólidas en partes relacionadas entre sí y con la figura entera. En el primer libro de la Métrica hallamos la conocida fórmula S = V p (p— a) (p — b) (p—c), que da el área de un triángulo en función de los lados. Según Procío (tal noticia fue confirmada luego por el árabe Anaricio), pertenece a H. un comentario de orden práctico a los Elementos (v.) de Euclides, que enriquece el vocabulario geométrico y contiene observaciones de las que una se refiere a la demostración euclidiana del teorema de Pitágoras.
L. Caldo