Henryk Rzewuski

Nació en Slawuta (Volinia) el 3 de mayo de 1791 y murió en Cudnów el 28 de febrero de 1866. Perteneciente a una familia de la alta aristocracia, pasó la infancia en un castillo feudal, y oyó los interminables relatos narrados por la no­che en torno al hogar; de esta suerte ente­róse a fondo de la vida polaca del si­glo XVIII. Una vez adulto, abandonó el am­biente familiar y entregóse a los viajes. Con Mickiewicz llevó a cabo en el año 1825 la vuelta a Crimea; posteriormente encontró de nuevo, en Roma, al poeta. Estuvo en Suiza, Alemania, Inglaterra y Turquía, y hasta la vejez no se estableció en Polonia, donde residió en Varsovia y trabajó como publicista.

Pasó los últimos diez años de su vida en sus tierras de Cudnów, y allí murió. Adversario de la democracia, no participó en los levantamientos patrióticos. Escribió diversas obras, actualmente olvi­dadas. Sobreviven las dos mejores, o sea aquellas en las cuales hace revivir las his­torias oídas durante su infancia: Noviembre [Listopad] y Memorias del señor Severino Soplica (v.), interesantes en cuanto a rela­tos o como documentos para la historia de las costumbres y por su influencia sobre las grandes novelas de la trilogía de H. Sienkiewicz (v. A sangre y fuego, El Dilu­vio y El señor Wolodyjowski).

M. Bersano Begey