Nació en Kristiansand (Noruega occidental) el 17 de junio. de 1808 y murió en Cristianía el 12 de julio de 1845. Estudió en esta última ciudad, y todavía muy joven participó en la polémica literaria y política vinculada — tras la asamblea constituyente de Eidsvold del 10 de abril de 1814 — a la lucha por la indipendencia y la soberanía nacional. En 1830 escribió de una sola vez la más significativa de sus obras, definida por él mismo «epos de la humanidad» y «Biblia de los republicanos»: La creación, el hombre y el Mesías [Skabelsen, Mennesket og Messias], indigesto brebaje teológico integrado por las corrientes más diversas de la ideología racionalista y romántica. En el curso de una permanencia de un mes en París mostró su entusiasmo por la agitación revolucionaria europea en la composición lírica La Europa libertada [Det befriede Europa, 1831].
Director, entre 1835 y 1837, del periódico El ciudadano [Statsborgeren], desarrolló una infatigable actividad educativa en favor del pueblo, sobre todo entre los campesinos pobres y socialmente atrasados, y trató en innumerables artículos, discursos, poesías, cuentos y farsas los más variados temas: Religión, Geografía, la emancipación de los judíos, Botánica, Higiene, Economía e Historia. Entre sus obras principales cabe mencionar también El piloto inglés (v.). Más tarde trabajó en la Biblioteca Universitaria de Cristianía (1839), y, finalmente (1840), luego de su matrimonio con Amalie Sophie Bekkevold, fue archivero real (el republicanismo místico de Wergeland concedió un lugar de honor al rey Carlos Juan Bernadotte, llegado al trono de Noruega por su pasado de general antinapoleónico). La fama de su producción literaria es directamente proporcional a su importancia política y social en la naciente restauración noruega.
M. Gabrieli