Nació el 28 de diciembre de 1864 en Honfleur (Calvados) y murió en París el 23 de mayo de 1936. De antigua familia bretona, aristocrática y militarista, renunció a la carrera diplomática para hacer su primera aparición como poeta parnasiano con Les lendemains y con otras breves colecciones. Pero en 1887, los Poèmes anciens et romanesques muestran su adhesión al movimiento simbolista, aun conservando una precisa lucidez y una cierta afición a los modos y motivos neoclásicos. Se dijo por ello que conciliaba el simbolismo con la tradición y la Academia. Fue apreciado por los maestros, por Mallarmé como por Heredia, con una hija del cual, María, conocida como escritora con el nombre de Gérard d’Houville, contrajo matrimonio. Las visiones paganas, con la influencia de A. Chénier, Heredia y Moréas, prevalecen en los Juegos rústicos y divinos (1897, v.) y todavía más en Medallas de arcilla (1900, v.)» que hacen pensar en D’Annunzio.
El canto se hace más melancólico en la poética evocación de Versalles (La ciudad de las aguas, 1902, v.) y de Venecia, o de la historia de Francia (La sandalia alada, 1906, v.)- Continúa el poeta con una real melancolía, con una posición cada vez más literaria, en sus últimas colecciones : Le miroir des heures (1910), l’estigia fiammae (1921), Flamma tenax (1928). También fue poeta en la novela, complaciéndose en evocar el «ancien régime»: La doble amante (1900, v.); El favor real (1902, v.) y Venecia, La peur de l’amour (1907), La azotea (1929, v.) o Vicenza, La ilusión heroica de Tito Bassi (1916, v.). Casi disgustado de la vida, de la realidad contemporánea, replegado hacia épocas lejanas y pintorescas, escribió sin embargo algunas novelas modernas, nostálgico recuerdo de la juventud (Las vacaciones de un joven sabio, 1903, v.), o expresión de gris pesimismo (Le mariage de minuit, 1903; El pasado viviente, 1905, v.).
Grabó también su amarga visión del hombre en las agudas máximas de Lui, ou Les femmes et l’amour (1929). Había sido crítico literario en el Mercare de France, colaboró en el Journal des Debuts, en el Galios y en Fígaro. Pertenecía a la Academia Francesa desde 1911. Una nativa aristocracia, algo orgullosa y distante aparecía en su figura de poeta, de literato devoto de la poesía, aunque no llegó a sus más altas expresiones.
G. Paparelli