Nació en 1544 en Montfort (Gascuña) y murió en 1590 en París, a consecuencia de las heridas recibidas en la batalla de Ivry.
Formado en una familia de ideas evangélicas, fue madurando un espíritu religioso que desde joven le indujo al cultivo de una poesía exenta de las frivolidades petrarquescas entonces en boga incluso en Francia. Emprendió la carrera de las armas y durante las guerras de religión adhirióse al partido hugonote.
Enrique IV de Navarra le encargó la realización de varias misiones diplomáticas en países reformados: Inglaterra, Escocia y Dinamarca. Poeta de inspiración filosófica y moral, en el marco del ideal clásico de la «Pléiade» trató de sustituir con motivos bíblicos y religiosos los de carácter mitológico y pagano de Ronsard y sus seguidores. Compuso una tragedia sobre un tema de la Biblia, Judith (1573), y narró la creación del mundo en un largo y árido poema, La semana (1578, v.), al cual siguió una Seconde semaine (1584) que permaneció incompleta.
Su estilo adolece del énfasis de la poesía «grande» de Ronsard, quien juzgó severamente a Du Bartas, el cual, en cambio, fue muy admirado por Tasso, que inspiró en aquel poema el tema y algunos episodios de su obra Los siete días de la creación del mundo (v.). Dejó además Uranie, Le triomphe de la foy y un Poème pour l’accueil de la reine de Navarre.