Nació el 14 de octubre de 1640 en Siena, murió el 4 de enero de 1722 en Roma. Profesor de Letras toscanas en la Universidad de Siena, se propuso demostrar la superioridad de la lengua vulgar sienesa sobre la florentina. A tal fin, publicó, entre otras obras, el Vocabulario de Santa Catalina (1707, v.), basado en las obras de la Santa y lleno de invectivas contra la Crusca y contra Florencia. Esta obra, junto con una anterior, Gazzettino o Avissi ideali (1712-13), le valió la persecución de los académicos florentinos y de los religiosos cortesanos y árcades.
Más que por éstas y otras obras literarias suyas de diversa índole, G. ha pasado a la historia por su teatro, que comprende tragedias, oratorios, melodramas, etc., pero sobre todo comedias, por las cuales destaca entre los pregoldonianos. Influenciado al principio por la literatura y el teatro español (recuérdese II Don Chisciotte ovvero Un pazzo guarisce l’altro, 1698), G. se orientó más tarde hacia el teatro francés, que admiró e imitó. Casi todas sus obras más conocidas son refundiciones de originales franceses. Como I litiganti ovvero II giudici impazzito (1704, v.), libremente inspirada en Racine; Il Gorgoleo ovvero, Il governatore dell’lsole natanti (1705), Don Pilone, o bien El falso santurrón (1711, v. Los litigantes), Le furberie di Scappino (1752), sacada de Molière; Los vicios corrientes a la última moda (1717, v.), imitación de Palaprat. Ser Lapo, o bien mujer, juez y parte (1731, v.), La scuola delle fanciulle (inédita), que se basan en obras de Montfleury.
Hay quien prefiere, entre todas las comedias de G., Ser Lapo por su vigor plebeyo. Pero la más conocida, aunque sólo sea como reflejo de la original, es Don Pilone, en la que G. adaptó a la sociedad toscana de su tiempo los personajes y la intriga del Tartufo (v.) de Molière.
G. C. Castello