Nació en Florencia el 20 de octubre de 1475 y murió en Roma el 3 de abril de 1525. Pariente de los Médicis, su vida estuvo íntimamente vinculada a las vicisitudes de tal familia. Ingresó al servicio de la curia pontificia, y a su muerte estaba a punto de recibir la púrpura cardenalicia. Culto humanista, expresión de una madura civilización literaria, y defensor del carácter artístico de la producción en romance, aun cuando manteniéndola estrechamente supeditada a los modelos clásicos, Rucellai dejó algunas obras poco notables en el campo del arte, pero literariamente interesantes como expresión de la tendencia a introducir la experiencia del clasicismo en la literatura en lengua vulgar; así: Rosmunda (1516, v.), tragedia inspirada en el esquema de la Antígona (v.), de Sófocles; Arestes (1516-20, v.), texto elaborado según la fórmula de Ifigenia en Táuride (v.), de Eurípides; y Las abejas (152&, v.), elegante reconstitución del cuarto libro de las Geórgicas virgilianas. Con el nombre del cargo desempeñado por Rucellai en el último período de su vida (castellano del castillo de Sant’Angelo) tituló Trissino (v.) su diálogo sobre la lengua Il Castellano.
A. Altamura