Nació en 1822 en Roma y murió en Castelgandolfo el 21 de septiembre de 1894. En la Ephemeris Epi- graphica de Berlín se le definió «archeologiae christianae fundator». A pesar de su gran afición a la arqueología, su padre quiso que se dedicara a la Jurisprudencia.
Sin embargo, el padre Marchi, que le conoció casualmente en 1842 cuando el joven se hallaba copiando algunas inscripciones en los sótanos de la iglesia de Santa Práxedes, alentóle a dedicarse por completo a tales investigaciones y se encargó de su formación. Pronto los conocimientos del discípulo llegaron a superar a los del maestro.
Uno de los primeros encargos de su mentor fue la compilación de un gran repertorio de las inscripciones cristianas de Roma, que aparecieron clasificadas y estudiadas en los dos voluminosos tomos de la obra Inscripciones cristianas de la ciudad de Roma anteriores al siglo VII (v.). Las fechas de los epígrafes permitieron establecer la situación cronológica de los cementerios, respecto de cuya historia había encontrado valiosos documentos.
Gracias a ellos y a su admirable intuición, De Rossi logró identificar, en la vasta red de las catacumbas, los monumentos sepulcrales más famosos de los mártires. De estas afortunadas investigaciones dio noticia en el Bullettino di archeologia cristiana, que redactó prácticamente solo durante más de treinta años (1863-94).
Sin embargo, el nombre del arqueólogo se halla vinculado en particular a Roma subterránea cristiana (v.). Es también muy interesante para la historia del arte cristiano el gran volumen Mosaicos cristianos y muestras de los pavimentos de las iglesias de Roma anteriores al siglo XV (v.).
G. Bovini