Paul Déroulède

Nació en París el 2 de septiembre de 1846 y murió en Montboron (cer­ca de Niza) el 30 de enero de 1914. Inició sus actividades literarias en el teatro con la obra de un acto en verso Juan Strenner, representada en 1869 en la Comédie Fran­çaise.

La guerra de 1870, en la que parti­cipa entre los «chasseurs à pied», le obliga a trabajar en el doble ámbito de la política y la literatura. En 1872 dio a la prensa Can­tos del soldado (v.), colección de poesías que incitaba a la venganza luego de Sedan y ampliado tres años más tarde con los Nou­veaux chants du soldat.

Siguieron el drama en verso L’Hetmann y La Mo abite, cuya re­presentación, empero, fue prohibida. Nues­tro autor figuró entre los fundadores de la Liga de los patriotas, en favor de la cual trabajó luego todo el resto de su vida. Boulangista en 1887 y elegido diputado por Angulema dos años después, sufrió un primer encarcelamiento en 1899, acusado de ma­nejos contra la República parlamentaria.

En 1900, complicado nuevamente en una conjuración contra el Estado, fue condenado al destierro por diez años. Procedente de España, regresa a Francia en 1905, al pro­clamarse una amnistía. Entre sus restantes obras, siempre inspiradas por un ferviente patriotismo, cabe citar Marches et sonne­ries (1881), De l’éducation militaire (1882), Le premier grenadier de France, La tour d’Auvergne (1886), Le désarmement (1891) y Chants du paysan (1894). Son textos tea­trales Messire du Guesclin (1895) y La mort de Hoche (1897).