Poeta y escritor español. Nació en Santander en 1896. Estudió en la Universidad jesuítica de Deusto y luego en Salamanca; se doctoró en Letras en Madrid. Catedrático de Literatura española en los institutos de Soria, Gijón y Santander.
Desde hace años reside en Madrid. También estudió música y es un notable pianista. En 1947 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua. Su vida literaria se inició con El romancero de la novia (1920), colección de poesías tradicionales con evidente influjo modernista. Poco después fundaba con el poeta chileno Vicente Huidobro el movimiento llamado creacionismo, que constituye una modalidad del surrealismo.
Esta alternancia de clasicismo y vanguardismo ha presidido hasta hoy toda la producción de Diego, el cual inauguró la segunda dirección con el libro Imagen (1922); pero ya en 1923 da a luz otra colección poética, Soria, que responde al concepto tradicional tanto en el fondo como en la forma. El libro que siguió, Manual de espumas (1924), reincide en las maneras de la nueva estética.
Con Versos humanos (1925), nuestro poeta obtuvo (junto con Marinero en tierra, de Rafael Alberti) el Premio Nacional de Literatura; esta colección es un esfuerzo, no siempre logrado, por fundir las dos tendencias en una perfecta unidad. Diego es una de las figuras señeras de la llamada generación «de la Dictadura» o «del 27», fecha ésta del centenario de Góngora, del que nuestro poeta fue el más destacado portavoz.
Las obras compuestas entre 1927 y 1936 (Vía Crucis, Fábula de Equis y Zeda y Poemas adrede) son rabiosamente gongorinas. Grande ha sido la importancia historicolitera- ria de las dos Antologías de la poesía española a partir de Rubén, publicadas por nuestro autor. También es un crítico de gran lucidez, autor de ensayos sobre fray Luis de León, San Juan de la Cruz, el Cantar del mío Cid, etc.