Nació en Burdeos el 20 de mayo de 1849 y murió en París el 4 de septiembre de 1930. Perteneciente a familia judía, oriunda de Italia, vivió libremente de su actividad de escritor teatral, y el de típico representante de aquella cultura burguesa epicúrea que reflejó, en sus mejores momentos, en la tragedia. Después de su iniciación con un libro de versos, Prima verba (1872, al que seguirá otro volumen, Tout n’est pas rose, 1877), Porto-Riche abordó el teatro con obras en verso, fuer- mente impregnadas de influencias románticas: Vertige (1873), Un drame sous Philippe Il (1875), Les deux fautes (1878), para pasar después a desarrollar de un modo analítico un tema cíclico en una serie de dramas que tituló de un modo conjunto «teatro de amor» y a los que debe su fama.
La serie, iniciada con La chance de Françoise (1888), comprende: L’infidèle (1891), La enamorada (1891, v.), El pasado (1897, v.), Les Malefilâtre (1904), Le vieil homme (1910), Zubiri (1912), Le marchand d’estampes (1918), etc. A través de estos dramas, se entrevé en P. al hombre trabajado por la impotencia de amar (tema que aflora ya en la colección de versos Bonheur manqué, 1889), exacerbado en el autoanálisis por influencias literarias y probablemente por su naturaleza judía. Recluido en el tormento del amor carnal, alcanza algunas veces las alturas de la tragedia dolo- rosa, por lo que a algunos admiradores entusiastas les recuerda a Racine. Pero su mundo es demasiado limitado y sus personajes harto simples: egoístas, cínicos, infieles y embusteros los hombres; débiles, fáciles e impúdicamente ávidas las mujeres. Sin embargo, Porto-Riche ha dicho de su mundo y de sus tristes héroes todo o casi todo lo que puede decirse, y el análisis no podía ser más audaz, más refinado y desconsolador, y, a veces, desconcertante. En 1903 fue nombrado académico de Francia.
C. Falconi