Gavriil Romanovich Derjavin

Nació el 3 de julio de 1743 en una pequeña propiedad cercana a Kazán y murió el 8 del mismo mes de 1816 en la finca de Zvanka, próxima a Novgorod.

Fue no sólo el más ilustre de los poetas nacionales del siglo XVIII, sino tam­bién el precursor de una poesía rusa origi­nal que tuvo su realizador en Pushkin, el cual siempre consideró a Derjavin con respeto. Luego de haber estudiado en Kazán, prestó el servicio militar en San Petersburgo.

Pro­movido a aspirante en 1770, apenas estalló la sublevación campesina, capitaneada por E. Pugachev, fue enviado, a petición propia, a Kazán, donde se hizo notar por su fideli­dad a la emperatriz Catalina II.

La oda Felica, dedicada a la soberana, le dio a cono­cer también como poeta. Entre 1777 y 1780 alcanzó una gran notoriedad, que la oda Dios (v.) difundió fuera de Rusia. La pro­tección de la emperatriz le valió el cargo de gobernador de Olonec, tras unas discrepan­cias con los superiores del servicio civil en el que había ingresado una vez vuelto de Kazán.

Nuevos choques con las autoridades en Olonec y Tambov provocaron su tras­lado a San Petersburgo, donde fue nom­brado secretario de Su Majestad; bajo Pa­blo I continuó ejerciendo este mismo cargo. Alejandro I elevóle a ministro de Justicia; sin embargo, su escaso éxito en tal desem­peño le hizo presentar en 1803 la dimisión de todas sus dignidades.

Luego se retira a una finca de su propiedad, donde prosi­gue sus actividades poéticas y crea nuevas odas, como por ejemplo, A la mortalidad, a aquellas que le habían proporcionado ya fama. Durante su aislamiento compone un pequeño poema, La vida en Zvanka, de sereno espíritu epicúreo, en el que aparecen refundidos algunos motivos expuestos ante­riormente en los juveniles Cantos anacreón­ticos.

E. Lo Gatto