Nació el 13 de mayo de 1845 en Pamiers (Ariège) y murió el 4 de noviembre de 1924 en París. Como compositor y profesor, este músico ejerció una gran influencia en la música francesa contemporánea.
Estudió en la capital de Francia en la escuela de música religiosa de Niedermeyer y, singularmente, bajo la guía de Saint-Saëns. En 1866 fue organista en Rennes, cargo que algunos años después desempeñó en París.
Luego de haber combatido en la guerra franco-prusiana, volvió a la capital, donde enseñó en la escuela de Niedermeyer y reanudó la actividad de organista. Mientras tanto, la Société Nationale de Musique, entre cuyos fundadores figuró Fauré, había empezado, hacia 1873, a difundir sus composiciones. Nuestro autor, en efecto, iba escribiendo música para piano (v. Barcarolas para piano, Nocturnos para piano), orquesta y, singularmente, canto y piano (v. Melodías), con lo que dio vida a un género de composición vocal típicamente francés, exquisito por su pureza melódica y su delicadeza armónica.
En 1896 obtuvo la cátedra de composición del Conservatorio, entidad que dirigió entre 1905 y 1920. Con Prometeo (v.) y Penélope (v.) se afianzó también como músico teatral. No menos importancia tuvo su actividad docente: baste recordar entre sus discípulos a Florent Schmitt, Nadia Boulanger, Alfredo Casella, Maurice Ravel y Roger-Ducasse.
M. Donà