Nació en Strakonice el 7 de marzo de 1799 y murió en Praga el 5 de agosto de 1852. Estudió en Cheské Budchiovice (donde trabó amistad con los poetas Josef Krasoslav Chmelensky y Josef Vlastimil Kamarry), Pisek y Praga.
Durante varios años actuó como preceptor en diversas familias de esta última ciudad. Luego, en 1834, fue redactor de Prajské noviny [Diario de Praga] y del suplemento literario de éste, Cheská vchela [La abeja checa]; pero al año siguiente fue despedido por haber escrito una nota contra el zar ruso.
En 1838, tras una época de dificultades y pobreza, pasó a ser bibliotecario de la Casa Kinsky, y en 1841 aceptó la cátedra de eslavística de Breslau, donde enseñaba otro eminente checo, el fisiólogo Jan Evangelista Purkyne.
En 1849 fue nombrado profesor de literaturas eslavas en Praga, donde murió. Chelakovsky toma de Goethe su sentido de la armonía clásica interior, de Lessing el gusto por la brevedad epigramática y de Herder el interés hacia los cantos populares.
Toda su obra se fundamenta en el folklore poético eslavo, que, tras una selección, reunió en los tres tomos de la colección Cantos nacionales eslavos [Slovanské národní písné, 1822-1825-1827], donde figuran textos checos y eslovacos y versiones de cantos rusos, ucranianos, lusacianos, serbios e incluso lituanos.
En la misma línea de este obra compuso los dos volúmenes Ecos de cantos rusos y ecos de cantos checos (v.), que iniciaron en la literatura bohemia la tradición del «ohlas», o «repetición» de motivos folklóricos; en el primero acentuó las notas épicas recurriendo, en parte, a episodios de los cantares de gesta, o sea las «bilmas» rusas, y en el segundo ofreció una serie de «arietas» líricas, madrigales y cuadros satíricos.
Figura también aquí la inquieta balada Toman y el hada del bosque [Toman a lesni panna], la cual, con su matiz demoníaco y romántico, puede considerarse casi una «obertura» de las baladas míticas de Erben.
De Chelakovsky cabe citar, además, los epigramas, el ciclo de cien composiciones líricas La rosa de cien hojas [Ruze stolistá, 1840], en las que se mezclan temas amorosos (inspirados en María Ventová, la mujer que fue su esposa), acentos patrióticos según el estilo de Kollár y reflexiones filosóficas, y Sabiduría de la estirpe eslava [Mudrosloví národu slovanského, 1852], valioso florilegio de adagios y refranes.
A.M. Ripellino