François-Joseph

Nació el 25 de mar­zo de 1784 en Mons y murió el 26 del mismo mes de 1871 en Bruselas. Su padre, orga­nista, le indujo a los estudios musicales, que llevó a cabo en el Conservatorio de París.

Permaneció algunos años en Douai como organista y maestro de canto y armonía de la Escuela de Música local, y en 1818 vol­vió a la capital; allí desarrolló durante unos quince años su múltiple actividad de com­positor, profesor, erudito y crítico.

A par­tir de 1821 enseñó contrapunto y fuga en el Conservatorio. Encargóse de la crítica musical de Le Temps y Le National, y fundó en 1826 la Revue musicale, a cuya redac­ción se dedicó por espacio de cinco años, en el transcurso de los cuales favoreció notablemente los estudios de Historia y crí­tica de la música.

En 1833, nombrado direc­tor del Conservatorio de Bruselas, se tras­ladó a esta ciudad, donde pasó el resto de su vida, desempeñando también el cargo de maestro de la capilla real. Compuso mu­chas obras de música instrumental, vocal, sinfónica, teatral y sacra, en las cuales va­lióse ampliamente de sus conocimientos de armonista y contrapuntista; pero, no obs­tante, reveló una fantasía más bien limi­tada y genérica.

Su fama se halla vincu­lada sobre todo a los textos históricos y teóricos: Histoire générale de la musique, Biografía universal de los músicos y biblio­grafía general de la música (v.) y La música al alcance de todos (v.), obras que, a pesar de algunas inexactitudes y contradic­ciones, siguen siendo todavía útiles por su riqueza informativa.

V. Terenzio