Nació en Dreux el 7 de septiembre de 1726 y murió el 31 de agosto de 1795 en Londres. Hijo de André y sobrino de Jean (jefe de una numerosa familia de músicos que contó con no menos de doce miembros), estudió armonía con André Campra y fue también, desde joven, un excepcional y apasionado jugador de ajedrez. Gracias a esta habilidad pudo viajar por el extranjero, especialmente a Londres; en 1748 escribió un Analyse du jeu des échecs. Sólo hacia 1754 empezó Phelidor a dedicarse a la música. Su primer trabajo fue Motets à grand choeur. Su poco éxito le decidió a dedicarse al teatro. Después de algunas tentativas no logradas, conoció el éxito con Biaise le savetier (1759), que reveló sus dotes de compositor original y brillante, rico de ideas y hábil en la armonía y en la instrumentación. Siguieron a éste otros numerosos trabajos teatrales en el género de la «opéra-comique»: citemos Le maréchal ferrant (1761), en la que aparece por primera vez el llamado «air descriptif», Sancho Pança dans son isle (1762), Le sorcier (1764) y Tom Jones (1765), que consolidaron su popularidad.
En 1766 escribió un Requiem para el aniversario de la muerte de Rameau, y en 1767 hizo representar la tragedia Emelinde, princesse de Norvège, considerada como su obra maestra. Durante una estancia en Londres puso en música el Carmen saeculare de Horacio (1779), consiguiendo un nuevo y gran éxito. A continuación escribió una refundición del Persée de Lulli (1780), Thémistocle (1785), L’amitié au village (1785), La belle esclave (1787). Proscrito por el Comité de Salvación Pública cuando se encontraba de nuevo en Londres (1792), Phelidor murió allí, en el destierro, sin saber que pocos días antes había sido rehabilitado por sus conciudadanos, y dejando sin terminar Belisario (v.), que fue representado, después de su muerte, en la nueva Opéra-Comique el 4 de octubre de 1796.
C. Marinelli