Filóstrato de Atenas

Nació en Lemnos hacia el 170 y murió entre 244 y 249. Pertene­ció a una familia entre cuyos miembros figuraron literatos y escritores.

Durante al­gún tiempo enseñó sofística en Atenas; por ello, y para distinguirle de los restantes filóstratos, se le denominó de Atenas. En 211 estaba ya en Roma, donde fue prote­gido por Julia Domna, esposa de Septimio Severo.

La acompañó en diversos via­jes y, en los círculos relacionados con la emperatriz, que era hija de un sacerdote de Emesa, tomó contacto con los ambientes siríacos. Por consejo de la soberana com­puso la vida de Apolonio de Tiana (v.), donde, en un marco de misticismo neopitagórico, Filóstrato presenta la figura de este tau­maturgo y predicador de la religión pa­gana.

Es también autor del diálogo Heroico (v.), referente al culto de Protesilao, y de las Vidas de sofistas (v.), que dedicó a An­tonio Gordiano, entonces procónsul en Áfri­ca. Se le atribuye también el libro retórico Imágenes (v.), aun cuando es más probable que se deba a Filóstrato Lemnio, su sobri­no y yerno.

Le facilitaron la primera idea de tales biografías las conversaciones que tuvo con Gordiano en el templo de Apolo Dáfneo de Antioquía; allí, punto de reu­nión de los sofistas dé la ciudad, nacieron estas Vidas, basadas con frecuencia en re­cuerdos personales de Filóstrato Se le atribuyen, aunque con alguna incertidumbre, un tra­tado Sobre la gimnasia, en donde el autor trata de resucitar el antiguo atletismo, y varias Epístolas amorosas.