Nació en Amasia, en el Ponto, entre los años 65 y 60 a. de C. y murió en una localidad no precisada, en el curso del período 21-25 de nuestra Era. Inciertos e incompletos resultan los datos de su biografía.
Casi nada sabemos de su padre; en cuanto a la madre, pertenecía a una noble familia griega relacionada por vínculos de amistad con la dinastía local de los Mitrídates. Después de su traslado a Roma, ocurrido, según parece, en torno al año 44 a. de C., inicia los estudios en Nisa, en la escuela del gramático Aristodemo, y los perfecciona bajo la guía del filósofo Senarco y del gramático Tiranión, a cuyas orientaciones peripatéticas añadió, por su cuenta, numerosos rasgos de estoicismo.
Fue, pues, en resumen, un ecléctico, como tantos contemporáneos suyos. Abandonada Roma, empezó una serie de viajes por Italia, el Egeo y Egipto, cuyo orden no está exactamente precisado; tenemos noticias de una estancia suya en este último país junto con el prefecto Elio Galo y de una visita al alto valle del Nilo llevada a cabo el año 25 ó el 24 a. de C. No sabemos con certeza cuándo regresó a Roma (se cree que entre el 20 y el 10 a. de C.) ni dónde pasó el último período de su existencia.
Inició sus actividades literarias con una extensa obra, Memorias históricas, de la cual sólo han llegado hasta nosotros algunos fragmentos; en los cuarenta y siete libros de la misma continuaba las historias de Polibio hasta la muerte de César. El vínculo ideal entre este primer tratado y el no menos extenso titulado Geografía (v.) — compuesto por el autor durante los años de la madurez y la ancianidad, cuando ya era una plena realidad el imperio de Augusto —, está integrado por el programa común que induce al escritor a seguir en las últimas fases de su desarrollo y representar en el plano universal la fusión armónica de todo el mundo conocido bajo la égida de la «pax romana».
En la Geografía, empero, no siempre resulta evidente la finalidad política, a causa de la abundancia de citas literarias, detalles eruditos e informaciones arqueológicas. Por lo demás, Estrabón no olvida nunca su origen griego y experimenta continuamente la atracción de la gran cultura helenística.
La Geografía, obra de proporciones gigantescas, según la define el mismo autor, se desarrolla de acuerdo con la trama esencial de un grandioso periplo mediterráneo, llevado a cabo a lo largo de todas las costas del «Mare Nostrum» e iniciado en el litoral ibérico de las Columnas de Hércules. Las características del texto son equivalentes a las del escritor: el armónico equilibrio entre las distintas partes, el amor a la verdad y la tendencia constante a relacionar con el esplendor de épocas anteriores cuanto podía contemplarse en sus tiempos.
F. Sbordone