Émile Durkheim

Nació el 15 de abril de 1858 en Épinal y murió el 15 de noviem­bre de 1917 en París. Suele considerársele en Francia el fundador de la sociología o, por lo menos, de una corriente de estudios so­bre la naturaleza del hecho social y acerca de las leyes reguladoras de la evolución de las sociedades que, en cuanto a método y conclusiones, se opone a las investigaciones de menor amplitud y fundamentadas en monografías difundidas por la École Sociale Française de F. de Play y Paul Bureau.

Llamado en 1902 a la Sorbona como auxiliar de F. Buisson en la cátedra de ciencia de la educación, Durkheim se orientó al estudio de los problemas pedagógicos bajo la perspectiva de la sociología. En 1906 fue nombrado titular de la cátedra y en 1909 dio una serie de lecciones en el Collège de France, singularmente sobre «las grandes doctrinas pedagógicas en Francia a partir del si­glo XVIII». Inspirada en Franzer y en A. Comte, la sociología de Durkheim se opone a la psicología social de G. Tarde.

Su pen­samiento, y no sin el riesgo de una peligro­sa contradicción interna, se desarrolla de acuerdo con una doble dirección. Por un lado, en efecto, no deja de acentuar la importancia de las «representaciones colec­tivas» (para Durkheim, lo general deriva de lo colectivo) y de las estructuras que la socie­dad impone al individuo, al cual propor­ciona las normas de pensamiento, las reglas de conducta y el canon de una existencia normal, hasta sus aspiraciones más elevadas.

Ya en el extremo límite de tal orientación, Durkheim, en 1911 y durante el curso de una re­unión de la Société Française de Philoso­phie, osó restablecer la famosa tesis de Feuerbach sobre la enajenación de la con­ciencia que supone la afirmación de Dios (la sociedad se nos impone, nos solicita y aparece como Valor supremo, por lo cual la adoramos en el altar del Ser perfecto)

. Sin embargo, fiel, al mismo tiempo, a los postulados racionalistas del siglo XVIII, Durkheim afirmaba que no deja de aumentar el mar­gen de autonomía del individuo en el ámbito de la colectividad que le educa y respeta cada vez más su originalidad, en tanto que los grupos limitados, al crecer y unirse, tienden a la constitución de la sociedad hu­mana única, en la que el individuo disfru­tará de la mayor ayuda recíproca y la liber­tad máxima.

Las obras principales de este autor son La division du travail social (1893), Las reglas del método sociológico (1899, v.), Le suicide (1897), Philosophie et sociologie (1899), una serie de estudios de entre los cuales el más importante es Les représenta­tions collectives et les représentations in­dividuelles, Détermination du fait moral (1907), Jugements de réalité et jugements de valeur (1911) y Les formes élémentaires de la vie religieuse (1912).

Durkheim publicó ade­más numerosos artículos, singularmente en Revue de métaphysique et de morale, Re­vue philosophique y L’année sociologique, por él fundada en 1896, sobre el «totemismo» (1902), «algunas formas primitivas de clasi­ficación» (1903) y «la organización matri­monial de las sociedades australianas» (1903).En Rivista italiana di sociología apa­recieron El suicidio considerado en el as­pecto sociológico (1897) y La sociología y su dominio científico (1900).

A. Fauconnet pu­blicó en 1925, con el título L’éducation mo­rale, un curso dado durante los años 1902- 1903 y 1906-07; C. Bouglé reunió varios artículos de Durkheim en Sociologie et philosophie (1924) y M. Mauss publicó en 1936-37 y en Revue de métaphysique et de morale tres lecciones sobre «la moral profesional». En 1955 apareció, con el título Pragmatisme et sociologie y la dirección de A. Cuvillier, el curso inédito celebrado en la Sorbona en 1913-14.

J. Chaix-Ruy