Seudónimo de József Szathmáry, el comediógrafo húngaro más fecundo y popular del siglo pasado. Nació en Nagyvárad el 8 de marzo de 1814 y murió en Budapest el 19 de enero de 1878. Contra la voluntad de su padre, quien deseaba inclinarle a la carrera de ingeniero, empezó a trabajar como actor a los veinte años, y prefirió confiar en la fuerza de su temperamento que en el apoyo y el nombre de su familia. Fue, inicialmente, bailarín y cantante de coro; luego actuó como director escénico, dramaturgo y secretario del Teatro Nacional de Budapest, que al final llegó a dirigir. Su laboriosa vida, animada por una familia numerosa, estuvo dedicada por completo a la escena, cuyos secretos ningún contemporáneo conoció tan bien como él. En el curso de su larga actividad de autor teatral compuso, entre dramas y comedias, ciento cinco obras, cuyo mérito reside singularmente en una brillante perfección técnica.
La mayoría de sus argumentos, motivos, situaciones y figuras, que durante cuarenta años dominaron los escenarios húngaros, aparece informada, más bien que por ideas propias, por felices combinaciones de elementos procedentes de sus variadísimas lecturas. Conocía todo el teatro romántico alemán y francés, y se inspiró a veces en Hugo, Dumas, Goethe e incluso Shakespeare. Con sus intrigas, interesantes y desarrolladas en rápidas escenas de gran efecto, obtuvo casi siempre clamorosos éxitos de público, y trece premios literarios; sin embargo, a pesar de ello su nombre no se halla vinculado a ninguna obra determinada de un valor persistente. Mejor que las restantes resistieron el paso del tiempo la comedia Liliomfi (v.) y el drama histórico El pretendiente al trono (v.).
Szigligeti fue particularmente célebre por sus «comedias populares», con las cuales reemplazó el drama sentimental alemán y las farsas vienesas hasta entonces de moda en los escenarios de Hungría; se trata de escenificaciones de la vida campesina, exageradamente idealizadas, género teatral destinado a degenerar en espectaculares operetas y cuyos prototipos son, especialmente, El desertor (v.) y El arriero.
E. Várady