Décimo Junio Juvenal

Las Sátiras (v.) de Juvenal, a diferencia de las de Lucilio y de Horacio, no contienen referencias pre­cisas sobre la persona y la vida del autor, ni sobre hombres y hechos de su tiempo: los escritores contemporáneos — a excepción de Marcial — desconocen a J., y las antiguas biografías del poeta son todas muy poste­riores a su tiempo y poco dignas de crédito. Sabemos sólo que nació en Aquino, entre los años 50 y 60, que fue en Roma quizá cliente de un liberto, que estudió retórica y que se dedicó durante largo tiempo al ejercicio de la declamación. Estuvo desterrado en Britania o en Egipto (su conocimiento de cosas egipcias queda demostrado en la sátira XV), no se sabe bajo qué emperador; su produc­ción satírica comenzó más bien tarde, y toda la colección debe situarse en tiempos de Trajano y de Adriano, cuando fue res­tablecida la libertad de palabra que había sido suprimida durante el sombrío gobierno de Domiciano, a quien J. recuerda con odio.

Juvenal, que murió en edad avanzada, vivía con seguridad en 127, y si hemos de dar crédito a una antigua biografía, vio también el comienzo del gobierno de Antonino Pío (en 138). Las Sátiras de J. fueron poco leídas en los primeros siglos; su fama y difusión no comenzaron hasta finales del siglo IV. A partir de entonces se hicieron muchas ediciones, incluso para las escuelas, y se trató de rastrear noticias sobre la vida del autor o bien, a falta de testimonios seguros, se inventaron. J. fue muy apreciado durante el Humanismo y el Renacimiento: antes- de 1500 se habían hecho ya decenas de ediciones impresas de las sátiras.

F. Codino