Se cree que nació en 1034 a. de C. Era el segundo hijo de Chang (v.) o Wên Wang, padre de Wu Wang (1122-1115), primer rey de la tercera dinastía Chou (1122-256). Su verdadero nombre fue Tan.
Recibió el título de «duque de Chou» de su hermano Wu al subir éste al poder una vez derribada la segunda dinastía Yin. «Chou» era la vieja denominación del feudo administrado por estos antiguos progenitores de la raza china en la parte oriental de Shensi. De acuerdo con los datos tradicionales, Tan debió de alcanzar la fama gracias a la sabiduría manifestada en su gobierno, a su habilidad literaria y a la rectitud de su carácter.
Parece haber gobernado, de hecho, el Imperio durante los reinados de Wu Wang y de su sobrino Ch’êng (1115-1078), lo cual le presentaría como verdadero fundador del poder de los Chou, siendo su muerte llorada por todo el mundo. Tales suposiciones contribuyen a la idealización del hombre, cimentada en la lenta acción de las generaciones posteriores.
En realidad, su época fue muy distinta de la presentada por los confucianos. A pesar de todo, ya antes del nacimiento de Confucio, Chou Kung fue, indiscutiblemente, objeto de una gran veneración. Luego, en los siglos III-II a. de C., se le atribuyen la compilación del Chou Li (v.); el Ênh Ya (v.), la guía literaria china más antigua, y el I Li, obras de gran importancia para comprender el espíritu de la antiquísima civilización china.
No es fácil probar la autenticidad de tales libros, pero indudablemente, aunque compuestos no después del siglo III a. de C., se refieren a usos y costumbres aún vigentes en la época de los compiladores y que acaso proceden de tiempos anteriores a los de Chou Kung.
Su atribución a éste debióse al afán de dar mayor crédito e importancia a textos que habían de constituir el vademécum de la cultura china confuciana.
B. Fedele