Nació el 19 de abril de 1805 en Bailleul, murió el 12 de enero de 1876 en Bourbourg, fue insigne promotor de los estudios sobre la teoría y la música medievales.
Magistrado de carrera, supo conciliar los códigos con’ la música. Aprendió el violín y el violoncelo; mientras realizaba los estudios jurídicos en París, se perfeccionó en el canto con Pellegrini y en la armonía con J. Payer y Reicha.
En Drouai estudió el contrapunto con V. Lefebure (1831). Escribió música de diversos géneros, la cual ha quedado casi toda inédita, hasta que la lectura de la Revue Musicale de Fétis le encaminó a los estudios históricos y especialmente a las riquezas de la música medieval.
En este campo, entonces casi inexplorado, las aptitudes de C., inseguras y torpes por la apresurada preparación en sus dos primeros trabajos (Mémoire sur Hucbald, 1841; Notes sur les collections musicales de la bibliotèque du Cambray et des autres villes du département du Nord, 1843), se aclaran ya en el tercero, Histoire de l’harmonie au moyen âge (1852).
Se mantuvo fiel a la dirección científico-documental en el resto de sus estudios, que, gracias a su infatigable actividad, extendió a todas las formas polifónicas y monódicas profanas, desde los orígenes de la música a diversas voces hasta los primeros ensayos del arte trovadoresco.
Pero, sobre todo, es conocido por el imponente compendio Scriptorum de música medii aevi nova series (v.), con el que continuó la recopilación de tratados teóricos iniciada en el siglo XVIII por Gerbert.
E. Zanetti