Nació en Flesinga el 24 de julio de 1738 y murió en La Haya el 5 de noviembre de 1804. A los diecisiete años tuvo una aventura amorosa que le valió una mala reputación en su ciudad natal. En busca de una mayor libertad, a los veintiuno contrajo matrimonio con un eclesiástico calvinista, Adriaan Wolff, que contaba treinta más que ella y falleció en 1777. Una vez viuda, permaneció hasta su muerte junto a una amiga, Agaatje Deken, primeramente en Holanda y luego (desde 1788) en Francia. Allí, en Trévoux, ambas damas, antiorangistas, pasaron diez años felices; finalmente, la quiebra de su administrador las llevó a la miseria y obligó a regresar a Holanda, país en el cual Wolff disfrutaba de una modesta pensión de viudez.
Los últimos tiempos de su existencia fueron, por ende, una época difícil. Elisabeth inició su actividad literaria como autora de versos; no obstante, su nombre se halla vinculado a las obras compuestas durante su vida junto a Deken, o sea a las extensas novelas epistolares (según los modelos de Richardson y Fielding), Historia de la señorita Burgerhart (v.), que es la más popular y lograda y refleja casos de la juventud de Wolff, Willem Leevend (1784- 1785), inferior en cuanto a composición pero con excelentes retratos, Abraham Blankaart [Brieven van Abraham Blankaart, 1787-89] y Cornelia Wildschutt [Historie van Cornelia Wildschutt, en seis partes, 1793-96].
A. H. Luijdjens