Nació el 8 de enero de 1856 en Laatre (Estonia meridional) y murió el 10 de octubre de 1927 en Tartu. Es considerado el dramaturgo estonio más ilustre. Su vida, exenta de grandes acontecimientos, parece un idilio. Como hecho relevante, empero, cabe recordar que, fallecida prematuramente su madre, fue cuidado por un hermano mayor. No tuvo nunca una ocupación o profesión concreta; y así, ya en calidad de contable o archivero, o bien, algunas veces, entregado al periodismo, ganóse inciertamente la vida hasta que el gobierno de Estonia (1920) le asignó una pensión regular de escritor.
Hombre pacífico, de gustos y tendencias moderados y conocido entre los literatos sólo como autor de insignificantes comedias y narraciones humorístico-sentimentales, resultó una verdadera revelación en el mundo artístico teatral cuando, a los cincuenta años, presentó inesperadamente un drama de primera categoría, En el torbellino (v.), basado en temas de actualidad y conflictos psicológicos, tratados con un arte ya maduro. El éxito de la obra fue tan grande que aseguró a partir de entonces la fama del autor, cuyas restantes producciones teatrales fueron siempre bien acogidas; entre ellas figura el drama El hombre lobo (v.), notable por su tono romántico y simbólico. Sorprende en nuestro escritor el contraste psicológico entre su temperamento, sereno y plácido, y su predilección por los personajes violentos, incapaces de someterse e inducidos fatalmente a la muerte por su irresistible afán de libertad.
K. Ristikiwi