Arthur Conan Doyle

Nació en Edim­burgo el 22 de mayo de 1859 y murió en Crowborough (Sussex) el 7 de julio de 1930. Hijo de una familia católica, inició sus estudios con los jesuitas de Stonyhurt y, luego de haberse graduado en Medicina en su ciudad natal, viajó como médico naval por los mares árticos y el litoral africano.

Más tarde participó en las campañas del Sudán y Sudáfrica, así como en la Guerra Europea, y dio conferencias en casi todo el mundo. Mientras ejercía aún la Medicina, empezó a escribir novelas policíacas.

El éxito de su primer libro, A Study in Scarlet (1887), le indujo a abandonar completamente la actividad médica y entregarse a la lite­raria. Siguieron otras narraciones por el estilo, las más famosas de las cuales inte­gran la serie de las Aventuras de Sherlock Holmes (v.).

En estas obras, que inician el género «amarillo» científico, basado en la solución lógico-psicológica de los casos más intrincados y misteriosos, contrasta la figu­ra del brillante detective Sherlock Holmes con la del sobrio cronista de sus aventuras, el Dr. Watson.

El personaje creado por C. D. llegó a ser tan popular que fue llevado a la escena, donde lo interpretó William Gilette. Nuestro autor compuso también novelas históricas según la tradición de Scott, como Micah Clarke (1889), The White Company (1891) y The Exploits of Briga­dier Guard (1896), y opúsculos de propa­ganda patriótica, los cuales le proporciona­ron el título de caballero: The Great Boer War (1900), The War in South Africa (1902), Cause and Conduct of the World War.

En 1900, sir Henry Irving representó con éxito su comedia The Story of Waterloo. Durante los últimos años de su vida aficio­nóse con pasión al espiritismo y a las cien­cias ocultas, que le inspiraron La nueva revelación (1918, v.), The Wandering of a Spiritualist (1921) y History of Spiritualisme (1926). El personaje de Sherlock Hol­mes ha sido uno de los más populares de la literatura europea del primer cuar­to de siglo y ha dado lugar a una intermi­nable serie de figuras en él inspiradas.

F. Mei