Nació en Mantua el 12 de julio de 1533 ó 1534, de familia noble pero en decadencia, y murió en Ferrara el 26 de febrero de 1611. Estudió Filosofía y Letras en Roma con éxito tan brillante que, todavía muy joven, fue encargado por el cardenal Hércules Gonzaga para que dirigiera la educación de sus sobrinos Francesco y Scipion Gonzaga. A los veintiséis años entró en la órbita de los jesuítas y disfrutó así de numerosos beneficios eclesiásticos y obtuvo fama de literato por dos trabajos sobre el honor (en los cuales se impugnaba el bárbaro uso del duelo que hacía estragos entre la juventud estudiantil). Finalmente renunció a las grandezas del mundo para hacerse jesuita. Todavía novicio, fue enviado por el padre Laínez, general de la Compañía, a las cortes de Saboya y de Francia para trabajar en pro de la restauración católica en los valles del Piamonte y en Francia, invadidos por los herejes durante el período de las guerras que tuvieron fin con la paz de Cháteau-Cambresis.
Llamado a Roma con motivo de la elección del nuevo general de la Orden, Everardo Mercuriano, permaneció allí algunos años como secretario general y los aprovechó para la fundación de la Biblioteca de Curia, convertida con el tiempo en archivo de valiosos documentos. Enviado por el Papa como nuncio apostólico a Suecia, convirtió allí al rey Juan IV. Habiendo pasado a Polonia y a Rusia para negociar, en nombre del Papa, la paz entre Esteban Bathori y el zar Iván, se reveló como diplomático experto y sagaz, llevando a feliz término su misión con una paz concluida a satisfacción de ambas partes. Después de la muerte de Iván y del asesinato de su hijo, Possevino elaboró un ambicioso plan para unir bajo un solo cetro a Polonia y Rusia, proclamando zar a Barthori. Pero la muerte prematura de éste truncó sus esperanzas. Dotado de incansable celo en pro de la Contrarreforma, fundó colegios de jesuítas en Aviñón y Derp, y seminarios para el clero en Olmuz, Braunberg, Vilna y Derp.
Vuelto a llamar a Italia, se detuvo en Padua, donde fundó una biblioteca y fue director espiritual de San Francisco de Sales (v.), entonces estudiante en la Universidad. Murió en Ferrara casi a los ochenta años de edad. Apasionado por el estudio, mantuvo, incluso en medio de sus ocupaciones apostólicas, contacto con todos los doctos de su tiempo y escribió obras muy apreciadas. Unas 21 enumera el catálogo publicado por la «Biblioteca de los escritores de la Compañía de Jesús». Las más renombradas de ellas, aparte de los escritos citados anteriormente, son: El soldado cristiano (1569, v.), Moscovia (1586, v.), Judicium de quattuor scriptoribus (1592), Bibliotheca selecta (1593) y Apparatus sacer (1603-07). Escribió varios manuales escolares, cartas apologéticas, oraciones fúnebres, opúsculos ascéticos y literarios, etc.
C. Casella