Escritor dramático español, nació en Toledo, según parece en 1608; se ignoran la fecha y el lugar de su muerte. Dio muestras de su ingenio precoz cuando ganó el primer premio del certamen poético convocado por el Colegio Imperial de Madrid, para festejar la canonización de San Ignacio de Loyola, y, según parece, es el «ingenio toledano» a quien elogia Lope de Vega en El laurel de Apolo (v.). Gran estilista y hábil comediógrafo, escribió copiosamente, solo y en colaboración con otros autores, tales como Moreto, Vélez de Guevara (Juan), Suárez de Deza, Zabaleta, Belmonte y Matos. Con Cáncer y Rósete escribió El mejor representante, San Ginés, tomando como asunto la historia de un cómico que, a fuerza de representar un papel de mártir cristiano, se convierte al cristianismo y acaba sufriendo efectivamente el martirio.
Este tema interesó a muchos escritores de la época, y el mismo Lope lo aprovechó en Lo fingido verdadero (v.); modernamente lo ha tratado Henri Ghéon en El comediante y la gracia (v.). Martínez es, además, autor de una lograda pieza palaciega titulada Los Sforzias de Milán, en la que se narran las intrigas en torno a un heredero al trono y una noble dama que se hace pasar por plebeya. Escribió también Pedir justicia al culpado; También da Amor libertad, El mejor alcalde el rey, y no hay cuenta con serranos, Juez y reo de su causa, El tercero de su afrenta y otras muchas.