Nació en Chiclana (Cádiz) el 5 de octubre de 1813, murió en Madrid el 26 de agosto de 1884. Licenciado en Medicina, abandonó pronto la profesión, contra la voluntad paterna, para dedicarse a la poesía. Trasladado a Madrid con la intención de publicar algunos dramas que había publicado en el período juvenil — Una noche de emociones, Selim y Fingal, etc. —, se vio obligado a entrar en la redacción de la Revista Española para poder vivir.
Aunque entusiasta de la escuela romántica francesa y fervoroso adepto en especial de los rasgos líricos del nuevo teatro, acabó, sin embargo, por olvidar momentáneamente la actividad dramática que le ocasionaba demasiadas preocupaciones y sinsabores, y se enroló en Leganés en el famoso ejército de Mendizábal. El triunfo de El trovador (v.) le decidió a abandonar el ejército, con la esperanza de conseguir en obras sucesivas medios suficientes para vivir. Pero como la suerte continuaba mostrándosele adversa, emigró a Cuba y a México (1844-49), donde se dedicó casi exclusivamente al periodismo. Vuelto a su patria al cabo de cinco años, fue nombrado en 1855 «Interventor de la Comisión de Hacienda» en Londres, cargo al que renunció pocos años después para componer las obras que habían de constituir sus mayores triunfos: Juan Lorenzo (v.) y Venganza catalana (v.).
Nombrado miembro de la Real Academia de la Lengua (1865), fue más tarde cónsul de España en Bayona y en Génova (1868-69) y director del Museo Arqueológico de Madrid desde 1872 hasta su muerte.
B. Crippa