Nació en Montpellier en 1853, murió en París en 1925. Conservador del Museo del Louvre, obtuvo a continuación una cátedra en el Colegio de Bellas Artes. Dedicado asiduamente a la tarea de coleccionar obras antiguas, sus estudios se encaminaron a la parte más moderna y reciente del arte francés. Después de su trabajo de crítica en los «salons», iniciado en 1885 en la Gazette des Beaux-Arts, en la que se había hecho defensor del naturalismo de Millet contra la retórica del neoclasicismo de Bouguereau y otros, su primer amplio estudio versa sobre François Boucher (1886).
A continuación, en el libro Chefs-d’œuvre de l’art au XIXème siècle: l’école français de David à Delacroix y en Notes sur l’art moderne (1896), manifiesta su simpatía por un arte capaz de expresar sentimientos genuinos, quizá también de carácter íntimo, con lo que anuncia el gusto de Bonnard y Vuillard más bien que el de los postimpresionistas y las escuelas más modernas e intelectualistas, cubismo, futurismo y otras. Le recordamos principalmente por haber dirigido la compilación de la gran Historia del arte desde los primeros tiempos cristianos hasta nuestros días (v.), iniciada en 1925 y terminada en 1929 por Paul Vitry. En 1906 había reunido Michel en tomo suyo a algunos estudiosos de arte moderno, y cuidó de la publicación de escritos acerca de los más interesantes artistas de los siglos XVIII y XIX franceses, con el título L’art et les moeurs en France. Fue también crítico del Journal des Débats.
E. Fezzi