Nació en 1865 en la isla de la Reunión, y murió en París el 22 de julio de 1939. Todavía muy joven fue enviado a Francia, donde frecuentó la «École de Droit» de Montpellier primeramente, y luego la de la capital. Sin embargo, después de unos estudios dificultosos abandonó la Jurisprudencia y encontró en el comercio artístico su verdadera vocación. En 1890 abrió un establecimiento de tal género en la parisiense «rue Laffitte», y vinculóse a varios impresionistas y posimpresionistas cuya importancia intuyó cuando sus obras aún no habían alcanzado un valor mercantil. Realizó en 1894 la primera exposición de Cézanne, y vendió telas de Gauguin en la época de su segunda permanencia en Tahiti y las islas Marquesas; posteriormente se relacionó con los artistas de las nuevas generaciones, como Bonnard y Reuault.
Desempeñó un importante papel en el renacimiento del grabado original, y publicó dos Album des Peintres-Graveurs, con ilustraciones de los principales artistas de la época — Cézanne, Renoir, Toulouse-Lautrec, Redon, los Nabis —, y otros álbumes y grabados sueltos (como Quelques aspects de la vie de Paris, con litografías en color de Bonnard). Le corresponde asimismo el mérito de la creación del libro ilustrado con grabados originales; para ello se valió de las colaboraciones de Bonnard en Parallèlement (1900) y Daphnis et Chloe (1902), de Rodin en Le jardin des supplices (1903), de Redon en La tentation de Saint-Antoine (1937), de Maillol, Dufy y Picasso en Le chef-d’œuvre inconnu (1931), etc.
Vollard fue no solamente «marchand» de arte y editor, sino también escritor; además de tres libros acerca de Cézanne (1914), Degas y Renoir, publicó Les réincarnations du père Ubu, Sainte-Monique, En écoutant Cézanne, Renoir, Degas y las animadas Memorias de un vendedor de cuadros (v.), en las que aparecen resumidas sus experiencias personales y sus recuerdos sobre la vida artística francesa.
L. Vitali