Nació en Florencia en 1493 y murió en Prato el 27 de junio de 1543. No resultan siempre seguras las noticias referentes a la vida de este elegante autor narrativo y exquisito admirador de la belleza.
Estudió en Siena y Perugia, donde conoció a Pietro Aretino, que fue su disoluto mentor. Abrazó el estado religioso para obtener algunos beneficios, que luego, tras haber alcanzado la dispensa de los votos, siguió conservando. Mientras tanto, compuso en bello estilo El asno de oro (v. Metamorfosis), texto en el que adapta a sí mismo y los episodios coetáneos la obra de Apuleyo.
En Los razonamientos amorosos (1523-24, v.), Epístola in lode delle donne (1525) y Discorsi intomo alia bellezza delle donne (1540) expone sus teorías sobre lo bello y el amor. «La mujer hermosa — dice— es el objeto más bello que cabe contemplar, y la belleza el mayor don hecho por Dios a la criatura humana».
En la última época de su vida establecióse en Prato (1534), donde figuró entre los fundadores de la Accademia dell’Addiaccio, hasta cierto punto precursora de la Arcadia, y compuso Primera redacción de los discursos sobre los animales (1540, v.), a imitación de antiguas fábulas indias, y las dos comedias en prosa Los lúcidos (v.) y Las tres nupcias (v.).
Desposeído de sus prebendas, murió pobre y en circunstancias misteriosas. En las Rime se halla su más fiel retrato de hombre desventurado y doliente. Su clasicismo, pomposo y alegre, pero carente de fantasía, presenta una claridad de expresión y una armonía de estructura propias de la época.
C. Musumarra