Nació en Zaosié el 24 de diciembre de 1798, murió en Constantinopla el 26 de noviembre de 1855. Es el más importante representante de la poesía romántica polaca, de la que fue iniciador. Pasó la niñez y la adolescencia en Nowogródek; estudió en la Universidad de Vilna, licenciándose en Filosofía en 1819, y desde este año hasta 1823 fue profesor en el Liceo de Kaunas (Kowno). Pronto se alejó del clasicismo de imitación francesa — que, sin embargo, dejará huellas en su obra posterior— a consecuencia de la lectura de los genios del romanticismo alemán e inglés de su época: Goethe, Schiller, Bürger y Byron (de algunos de ellos fue también genial traductor). Una de sus primeras poesías, Romanticismo [Romanticznosc], incluida en una colección de baladas y romances, está considerada como punto de partida del romanticismo polaco. Un amor infeliz por Maryla Wereszczakowna (a la que conoció en 1818), que le había inspirado algunas composiciones líricas de inspiración byroniana, fue el antecedente inmediato de su primera gran obra épico-lírica, Los antepasados (v.).
De este poema, dividido en cuatro partes, la primera, segunda y cuarta fueron escritas por Mickiewicz en Vilna; pero sólo la segunda y cuarta fueron publicadas en 1823 (los llamados Antepasados de Vilna); la tercera fue compuesta siete años más tarde en Dresde, y publicada en 1833 en París (los llamados Antepasados de Dresde). La nota patriótica, que es básica del romanticismo de Mickiewicz y del romanticismo polaco en general, domina en los Antepasados de Dresde, mientras permanece ausente de un modo total en los de Vilna. Alternando con la amorosa, la encontramos también en otras composiciones de este mismo período, sobre todo en la célebre Oda a la juventud (v.), en el canto A Lélewel (Do Lelewela) y en el poema épico Grazyna (v.). El 23 de octubre de 1823 es detenido Mickiewicz por haber tomado parte en manifestaciones patrióticas de la asociación estudiantil «Filaretos» de Vilna, y al año siguiente, después de pasar unos meses en la cárcel, se ve condenado al destierro en Rusia. Mickiewicz parte entonces para Petersburgo y allí se pone en relación con Ryleiev, con otros decembristas y con Pushkin. De allí marcha a Odesa con un cargo de poca importancia que le deja tiempo para llevar una vida frívola en los salones mundanos, aunque no abandona totalmente su actividad poética, en la que, a pesar de reflejar su vida superficial, no faltan aquí y allá aislados recuerdos nostálgicos de Maryla y de la patria, y algún remordimiento por el tiempo tan vanamente perdido, con los subsiguientes propósitos de enmienda.
En este período de Odesa hay que incluir el viaje realizado por Mickiewicz a Crimea en otoño de 1825. En los dieciocho Sonetos de Crimea (v.) quedó plasmada la fascinación oriental de aquellos lugares a través de la viva e imaginativa concepción poética del autor, y a la inspiración de los Sonetos hay que unir el poemita Farys (v.), en forma de qasida árabe, compuesto en 1828. El 27 de mayo de 1829 obtiene al fin permiso para abandonar Rusia, y pasa a Alemania, Suiza e Italia. Entre los mejores trabajos poéticos realizados antes de dejar Rusia, hay otro poema de fondo histórico-patriótico : Konrad Wallenrod (v.), y pertenecen a este período felices traducciones de poetas extranjeros, Dante y Petrarca entre otros. De paso para Italia, Mickiewicz se entrevista en Weimar con el octogenario Goethe y en Bonn con Schlegel. En Roma despierta la fe religiosa de Mickiewicz y advertimos su fervor en algunas poesías llenas de cristiana devoción. Llegan entretanto rumores de movimientos insurreccionales en Varsovia. Mickiewicz no cree en su éxito, pero no quisiera estar ausente de ellos. Parte por ello de Roma con el propósito de marchar a Polonia después de haber lanzado aquel espartano canto A la madre polaca [Do matki Polki].
Pero ya en Alemania, no consigue atravesar la frontera polaca para unirse con los insurgentes; allí se encuentra, en cambio, con un tropel de fugitivos y desbandados. Mickiewicz se establece en Dresdé y nacen entonces los ya citados Antepasados de Dresde, los cantos La muerte del coronel [Smierc pukownika], El reducto de Ordon [Reduta Ordona], enardecedores episodios de gloria de la sofocada insurrección polaca, y Libros del pueblo polaco y de la peregrinación polaca (v.). En julio de 1832 va Mickiewicz a París y allí compone, en medio de las crecientes angustias de su vida de desterrado, su última gran obra poética, la mayor epopeya de todo el mundo eslavo: El señor Tadeo (v.). Mickiewicz vivirá todavía más de veinte años, pero dedicado casi exclusivamente a escribir artículos políticos y páginas de crítica y de literatura. Compondrá en 1836, para ganarse el pan, un drama en lengua francesa sin grandes méritos, Les confédérés de Bar (nunca representado); de otro drama francés bosquejará solamente las primeras escenas; enseñará primero en Lausana literatura latina (en 1839), después, a partir de 1840, literaturas eslavas en el Collège de France de París (v. Curso de literatura eslava profesado en el Colegio de Francia). Casado en 1834 con una polaca que conociera en Moscú, en 1838 le nace aquel hijo Ladislao que tanto hará para difundir el genio de Mickiewicz por Europa.
En el año 1841 se encuentra con el místico Towianski (v.) y, atraído por él se convierte en seguidor suyo, y más tarde en continuador, cuando Towianski, en 1842, por cuestiones de orden público, es expulsado de Francia. Por las mismas preocupaciones políticas, Mickiewicz se ve obligado a menudo a suspender sus cursos en el Collège. Habiendo disputado en 1847 con Towianski, que se oponía a la acción armada contra Rusia, en tanto que Mickiewicz la deseaba, rompe éste toda clase de relaciones con el maestro y parte de nuevo para Italia, atraído por los fermentos revolucionarios que se advierten allí. Y en Italia forma una legión de voluntarios polacos destinada a cooperar con los combatientes italianos contra Austria. Pero fracasada la empresa, y disuelta en Corfú la Legión polaca, el poeta intenta reanudar en París su actividad de propagandista nacional. No lo consigue. Habiendo estallado algún tiempo después la guerra ruso-turca, parte para Turquía, soñando con la organización de nuevas legiones polacas, capaces de ayudar a los turcos en su lucha contra Rusia. Pero en Constantinopla contrae el cólera y muere.
E. Damiani