Novela histórica de Ivan Franko (1856-1916), publicada en Lvov en 1883. Evoca la vida de la Ucrania montañosa durante la invasión tártara (siglo XIII) cuando el príncipe Danylo de Halič, después de la desgraciada batalla de Kalka, intentaba organizar en los Cárpatos los núcleos de resistencia a los terribles invasores de las estepas asiáticas. Ignorando que su cortesano, el boyardo Tuhar Vovk, le hizo traición con los tártaros, le concede vastas propiedades en los montes de los Cárpatos, ricos en caza.
Durante una cacería organizada por Tuhar Vovk, el joven Maksym Berkut, hijo del nonagenario Zachar Berkut, jefe de la localidad, salva la vida a la bella Miroslava, hija de Tuhar Vovk, atacada por un oso. Los dos jóvenes se aman; pero cuando Maksym pide al orgulloso boyardo la mano de su hija, éste la niega al «campesino». Tuhar Vovk es citado ante el tribunal por sus continuas violaciones de los derechos del municipio, pero el boyardo no se somete a la decisión del tribunal y durante la sesión mata a uno de los presidentes, Vojak, que está a punto de revelar su traición. El boyardo huye entonces con su hija y se une a los tártaros, junto con los cuales asalta la aldea. La milicia local, mandada por Maksym, da pruebas de extremado valor, pero es exterminada y sólo Maksym, hecho prisionero, se salva gracias al amor de Miroslava. Pero ésta, no pudiendo soportar la infamia de su padre, se refugia junto a los ucranianos que se esconden en las montañas.
Siguiendo el consejo del viejo Zachar Berkut, los ucranianos obstruyen la salida del valle» y el agua del torrente, que se precipita en el valle, comienza a inundar al ejército tártaro, que está allí acampado. Burundaj, el jefe de los tártaros, propone entonces a Zachar Berkut restituirle su hijo si los ucranianos les permiten salir de valle. El viejo rehúsa indignado. Pero cuando Burundaj está a punto de matar a Maksym, Tuhar Vovk, arrepentido, le corta el brazo con su espada. Los tártaros perecen y Zahar Berkut, mientras muere feliz por la victoria obtenida, bendice a su hijo y a Miroslava, prediciendo la unión nacional. La novela de Ivan Franko tuvo gran éxito por el interés dramático de sus acontecimientos, su vigoroso sentido de la vida heroica y salvaje y por su ardiente sentimiento nacional, el cual, sin embargo, falsea demasiado los efectos poéticos de la obra con su gratuita idealización romántica.
E. Onatskyi