[Vita di Sisto Quinto Ponte fice Romano]. Obra de Gregorio Leti (1630-1701), publicada en 1669 en Lausana y en una segunda edición muy ampliada, en tres volúmenes, dedicada a Juan Guillermo, conde Palatino, en Amsterdam, en 1693.
La Vida está presentada aparentemente bajo el aspecto de una biografía histórica, pero en realidad es un gran libelo satírico y anticatólico con el que el escritor y aventurero quiere dar un cuadro de la corrupción papal de aquel tiempo. En el primer volumen, de cuatro libros, Felice Peretti de Montalto, porquerizo, se „ convierte luego en fraile, predicador, sacerdote, en un ambiente, que no tiene nada de edificante, de disputas, celos, enemistades y odios entre religiosos, y alguna que otra «debilidad humana»; y más tarde en prior del convento de Venecia e inquisidor general de la misma ciudad. Pero al poco tiempo fray Félix se ve obligado a huir de Venecia. Perseguidor y perseguido, no siente simpatía por nadie y nadie la siente por él; ambicioso y defraudado con frecuencia en sus ambiciones, logra, sin embargo, mantenerse siempre a flote, hallando tantos protectores como enemigos, hasta que la marea de las pasiones le lleva, gracias a San Pío V, al generalato de su orden y más tarde al cardenalato.
La misma noche de su nombramiento redacta un «soliloquio» que podría ser considerado como una antítesis de los Soliloquios (v.) de Marco Aurelio: el perfecto manual para el aspirante al papado, formulado con una terminología cristiana que es una completa apoteosis de la concepción pagana de la vida y de la autoridad. Lleno de astucia, en el cónclave por el que a la muerte de Pío V ascendió Gregorio XIII, secunda el espíritu pacífico del nuevo pontífice formulando una lamentación sobre la matanza de San Bartolomé. En los cinco libros del volumen segundo vemos cómo durante quince años de hipocresía logra encubrir su desenfrenada ambición de llegar a ser papa, simular las virtudes de que carece y, usando su astucia, lograr para sí los votos de los cardenales y llegar a ser papa. El discurso puesto en boca de Sixto V en el primer Consistorio es una completa apología, una defensa contra la acusación de hipocresía, una exposición de sus criterios de gobierno sobre Roma convertida en una guarida de ladrones y asesinos, sobre el Sacro Colegio, al que prohíbe el derecho de pedir gracias sobre el mundo cristiano.
Finge no reconocer a su hermana y a sus sobrinos, que van a obsequiarle vestidos lujosamente, en lugar de hacerlo con sus trajes de campesinos, rehusando para ellos toda clase de distinciones; restablece el orden y el imperio de la ley en el Estado Pontificio con medios sumarios. Excomulga a Enrique de Navarra, pero reconoce que en Europa no había entonces más que tres príncipes: Isabel, Enrique y Sixto. El libro tercero enumera en cinco capítulos las grandes obras de construcción de casas que transformaron el Vaticano y la ciudad de Roma en cinco años solamente, y sus actos de gobierno para todo el mundo católico. La muerte del pontífice, que siguió pocos meses después, con sospechas de envenenamiento, hizo cundir la noticia de que el rey de España no fuese ajeno a ello.
Encontramos aquí, junto a los defectos comunes a todos los escritos históricos de este erudito aventurero, una movilidad de intereses que rompe con frecuencia las bases y la independencia de espíritu que caracterizan al genio. La semblanza de Sixto V, novelesca y al mismo tiempo burlesca, suscitó un gran interés por parte de sus contemporáneos, y logró sobrepasar al retrato histórico del grande y terrible papa Sixto.
G. Pioli