[Trinummus: Las tres monedas]. Tres son, en la comedia de Plauto (2259-184 a. de C.), las monedas que bastan para corromper a un sicofante embrollador, para que se ponga de parte de otra persona.
El título del original griego, de Filemón, era El tesoro, porque es un tesoro lo que entierra en su casa Cármides al marchar, sabiendo que si dejaba tal riqueza a su hijo Lesbónico, joven malgastador, pronto la disiparía. Tan sólo tiene conocimiento del entierro del dinero el viejo Calicles, a quien se había confiado la vigilancia del hijo; de modo que, cuando Lesbónico, falto de dinero, quiere vender la casa para hacer honor a sus deudas, Calicles, para salvar el tesoro, se ofrece a comprarla. Todos murmuran de él, acusándole de aprovecharse de las desventuras ajenas; Megarónides, uno de sus amigos, haciéndose intérprete de este sentimiento, no le ahorra las reprimendas; sólo cuando se entera de la existencia del tesoro aprueba la acción de Calicles. Pero Lesbónico tiene una hermana, que ahora se ve privada de dote. Lisiteles, amigo de Lesbónico, quiere casarse con ella, incluso sin dote. Su padre, el rico Filtón, por amor al hijo y para favorecer a la muchacha, se dirige a Lesbónico proponiéndole la boda.
Lesbónico es un hombre de conciencia y no quiere que se celebre aquel matrimonio sin dote; tan sólo le queda un único campo, y éste será la dote de la hermana. Estásimo, el criado, sabe que si su amo pierde el campo no poseerá ya nada, y llamando aparte a Filtón, le cuenta una serie de embustes y trata de evitar que acepte aquel campo «maldito». Entretanto, Calicles, que puede disponer del tesoro, pide consejo a Megarónides y juntos acuerdan pagar con tres monedas a un sicofante, el cual finge venir con cartas del padre ofreciendo la dote a la hija. En este momento llega inesperadamente Cármides y, encarándose con el sicofante, no tarda en darse cuenta de que se trata de un mangante al que es fácil desenmascarar con hábiles preguntas. Aparece Estásimo, el criado, quien cuenta la ruina del hijo y la pérdida de la casa. Cármides se revuelve contra Calicles,’ a quien había confiado al partir sus hijos y la casa, dirigiéndole pocas pero amargas palabras de queja; Calicles, con su contestación, consigue recobrar la confianza de su amigo y devolverle la alegría.
Lisiteles se casará con la hija bien dotada de Cármides, y Lesbónico con la de Calicles. Ésta es una de las comedias más sobrias y morales de Plauto. La total ausencia de mujeres en escena y las pocas alusiones a figuras femeninas, hermanas honestas y castas prometidas, elevan el tono cómico de las chanzas plebeyas y obscenas a un vigoroso cuadro de costumbres. Los personajes en general son viejos prudentes, virtuosos y a veces incluso moralistas demasiado locuaces. Los mismos jóvenes, aunque se entregan a las intemperancias propias de su edad, se muestran siempre bien dispuestos a reconocer la autoridad y el juicio de los ancianos y, con métodos diversos, aplican sus sabios y prudentes consejos y se encaminan por la vía de la virtud. El siervo astuto y entrometido, el sicofante corrompido y simulador son las únicas figuras verdaderamente cómicas de esta comedia de costumbres. Lessing hizo una imitación de esta obra, restituyendo su título original El tesoro [Der Schatz, 1750]. En el teatro italiano del siglo XVI fue con frecuencia adaptada y reelaborada. [Trad. española de P. A. Martín Robles en Comedias de Plauto, tomo V, con el título Las tres monedas (Madrid, 1945)].
F. Della Corte
…jamás superado después por ningún latino en -fuerza cómica. (Leopardi)