Canto báquico en el que el poeta letón Auseklis (Mikus Krogzemju, 1850-1879), inspirándose en la mitología y las tradiciones nacionales, evoca a Trimpus, el Dionisos báltico.
Gime el río Dáugava, llora el escollo Staburags, y las sagradas encinas multiseculares se estremecen con los lamentos de las antiguas deidades. No para que los defensores de la patria bebiesen agua, el dios del trueno, Pērkons, había abierto el Dáugava. En los tiempos lejanos, en las orillas de aquel río no había nadie que no estuviese alegre y no supiese ofrecer a las divinidades la dulce cerveza. Vengan, pues, las muchachas engalanadas con guirnaldas; traigan a los jóvenes la cerveza para escanciarla a los espíritus sedientos; derrame Trimpus la espumosa bebida que no puede faltarle, aunque el Dáugava se extinga y el mar se seque. Bebiendo, cantando y danzando vuelva a la tierra la ley divina de Trimpus y renazcan las virtudes de los abuelos.
Este ditirambo, una de las producciones más populares de la poesía letona romántica, es objeto todavía hoy de una gran difusión gracias a la melodía coral que le puso el compositor letón Kārlis Baumanis.
M. Rasupe