[Three Lives]. Cuentos de Gertrude Stein (1876-1946), publicados en 1927. Es una de las más notables y raras obras de esta escritora, representante de la corriente más rebuscada e intelectualista de la moderna literatura americana.
«La buena Ana» es una doncella alemana: una mujercilla sin color y algo enfermiza, aunque de hierro por lo que se refiere al trabajo y al deber; es uno de esos seres que nunca tienen y tampoco desean tener una vida propia, y que, sin embargo, trabajan para los demás, sacrificándose hasta consumirse, casi con obstinación. «Lena» es una pequeña alemana sentimental e inerte: para ella nunca habrá nada bueno o nada malo: el noviazgo, la ruptura del noviazgo, el matrimonio la maternidad, pasarán por encima de ella tan sólo para hacerla todavía más atónita y desprovista de vida, hasta que la muerte se la lleva sin que deje ningún rastro. Ana y Lena no pasan de ser figuras, a pesar de la estudiada precisión con que la escritora trató de dibujarlas, en cierto modo convencionales; distinta es la del personaje de Melanctha (del cuento homónimo), la muchacha mulata, que desde la infancia siguió su aspiración hacia el conocimiento, la superioridad intelectual y que, en cierto momento, se da cuenta de que lo acaba de lograr, sacando de ello una soberbia y una voluntad de dominio que le impedirá vivir sinceramente su amor hacia Jeff.
Pero la debilidad situada debajo de su frágil construcción intelectual se revela, de repente, en el amor por un hombre de su misma especie, aunque más seguro que ella, y al que se abandona sin control hasta cansarle, y, más todavía, en el poder que sobre ella, tan refinada y sensible, ejerce Rosa, una negra vulgar, egoísta y práctica. Rechazada por su amante y su amiga, Melanctha muere, sola. La parte más bella del cuento es la que trata del amor de Melanctha y Jeff, en la que se alcanza casi la plenitud del drama humano; sin embargo, aquel motivo de profunda y humana verdad llega a ser estéril por la despiadada curiosidad psicológica, subrayada por una entonación casi caricaturesca. El estilo vigoroso y potente a menudo llega a ser artificioso por un excesivo preciosismo.
E. C. Croce