Obra de Gregorio de Corinto, gramático bizantino, que vivió probablemente hacia 1150. Es más una recopilación de material y una preparación para un tratado gramatical que una obra definitiva; queda entre un léxico de expresiones dialectales y una colección de escolios.
Está dividida en cuatro partes según los dialectos «Atthis», «Doris», «las», «Aiolis». En la introducción el autor se remonta a Trifón y a Juan Filopono, considerándolos como sus predecesores y al mismo tiempo cita las fuentes de que se ha servido: para el ático Aristófanes, Tucídides y Demóstenes; para el jónico, Hipócrates y Herodoto; para el dórico, Arquitas de Tarento y Teócrito; para el eólico, Alceo. La obra carece de homogeneidad y de sentido crítico. Gregorio recoge en ella, sin separar lo bueno de lo malo, todo género de escolios, comentarios y frecuentemente cosas que se contradicen, sin cribar y coordinar el vasto material de que dispone. Para el ático y el dórico el autor se sirve, aparte de Juan Filopono, de escolios y glosarios de Píndaro, Teócrito, Aristófanes y Tucídides.
Gregorio es un típico ejemplar del sabio del Renacimiento bizantino. Su aportación personal es de escaso valor: el uso que hace de las fuentes es harto defectuoso y superficial. A pesar de ello su obra fue tenida en gran consideración, y de ello dan fe los numerosos manuscritos que la conservaron junto a sus demás obras gramaticales, tales como un comentario de Hermógenes y un breve escrito inédito sobre sintaxis.
G. Porru